Investigamos y promovemos el acercamiento entre las culturas catalana y americanas, dándolas a conocer al público en general.

Las Pecanins, un referente del arte catalán y mexicano

Joaquim Ibarz. La Vanguadia

Las tres hermanas Pecanins –Tere, Ana María, Montse- mantienen desde hace 45 años un alto nivel de exigencia en su local, que sigue siendo un referente del arte catalán y mexicano.

Cada aniversario de su galería, las tres hermanas Pecanins –Tere, Ana María, Montse- lo celebraban como un milagro. No es nada fácil mantener durante 45 años con alto nivel de exigencia un local que ha sido, y sigue siendo, un referente del arte catalán y mexicano. La muerte en Ciudad de México de Tere Pecanins (Barcelona 1930), galerista, museógrafa y directora artística de cine, deja un gran vacío y una enorme deuda de gratitud.


Las Pecas (como son cariñosamente conocidas en México las tres hermanas Pecanins) representan toda una época en la historia de la plástica mexicana. Durante décadas han sido el nexo en la relación artística entre Cataluña y México. Las tres han dedicado vida y esfuerzos a impulsar todas las formas de expresión artística, aportando energía, pasión y entusiasmo en la búsqueda y promoción de nuevos talentos. Tal como ha destacado la escritora Guadalupe Loaeza en el diario "Reforma", Tere y Ana María eran hermanas gemelas de la misma generación, de la misma constitución física y con la misma estructura genética. "Se murió mi otro yo", dijo Ana María al comentar la marcha de su hermana. Loaeza dice que, sin Tere, Ana María siente como que se ahoga más que de costumbre, le falta aire. "¿Será que la otra mitad que solía respirar se la llevó su gemela?", se pregunta la periodista. Tere y Ana María han sido las galeristas más entrañables y emblemáticas de la Zona Rosa (en tiempos pasados fue el barrio cultural, turístico y bohemio por excelencia de la capital mexicana).


Colmena de las artes

Según el crítico Alberto Blanco, resulta imposible hablar de María Teresa sin referirse a toda la familia Pecanins –el fabuloso clan de las Pecas– y de su ópera magna: la Galería Pecanins, auténtica colmena de las artes, que han logrado mantener con rigor y exigencia pese a las cíclica crisis mexicanas. Sin alardes las Pecanins pueden mostrar un limpio historial en la promoción y difusión del arte contemporáneo. De hecho, toda la familia estaba involucrada en las artes: Montserrat Aleix, la abuela entrañable del clan, (Palamós 1908 - Ciudad de México 2004) es la más singular artista naïf nacida en Cataluña. Comenzó a pintar a los 64 años. Siempre jovial, murió a los 95 sin haber perdido el gusto por la pintura. Sus cuadros muestran la fusión de dos culturas. Un mundo propio e íntimo donde confluyen lo mexicano y lo catalán, pero recreado con aparente inocencia para darle una proyección universal. Apoyada en pinceles y telas, Aleix contó la vida como ella la vio y entendió. Al echar mano de su memoria enlazaba sus raíces en la Costa Brava con sus vivencias más cercanas en Veracruz, Ciudad de México y Cuernavaca. Al cumplirse los 100 años de su nacimiento, la Galería Pecanins le dedicó una exposición antológica.
Yani Pecanins –hija de Tere- es autora de collages, cajas e instalaciones innovadoras; Montse, la mayor de las Pecas, realiza preciosas y juguetonas cajas. Betsy Pecanins (hija de Ana María), dignifica blues, rancheras, sones y todo lo que le salga en el camino. En estas páginas de "La Vanguardia", Betsy ya nos contó en 1982 que llevaba "tres culturas en el alma: la catalana materna, la estadounidense por su padre, y la mexicana por el país entrañable en el que residía". Marisa y Beba, hijas de Montse, han hecho incursiones en el cine y la televisión. Walter Doehner, es uno de los cineastas más sólidos de México… "Con la marcha de Tere queda un enorme hueco en esta constelación irremplazable en la cultura en México", subraya Alberto Blanco en "La Jornada", diario que siempre respaldó las arriesgadas iniciativas artísticas del clan Pecanins. Tere, quien enviudó muy joven, comenzó a trabajar en la Galería Tusó, en la calle de Florencia, donde perdió el poco dinero que le había dejado mi marido. Pero le sirvió para conocer a artistas jóvenes como Vlady, Cuevas, Felguérez. El arquitecto Noldi Schereck pidió su colaboración para decorar el Hotel Presidente. Cuando Teresa empezaba a buscar cuadros y grabados antiguos, conoció a Rafael Sánchez Ventura, un catedrático madrileño retirado, quien le aconsejó abrir una galería propia. En la Galería Tusó se habían relacionado con muchos pintores como Brian Nissen, Pancho Corzas, Leonel Góngora, José Muñoz Medina. Luego conocieron a Fernando García Ponce y Arnaldo Coen.

Una galería que acogía a artistas, escritores, cineastas, actores….
La amistad con los artistas fue fundamental para la consolidación de la galería que abrió sus puertas en 1964, en la calle Florencia. Exponía arte contemporáneo en la parte que daba a la calle y antigüedades en la trastienda. Se inauguró con obras de Corzas, Belkin, Coen, Bragar, García Ponce y Maxwell Gordon. Las Pecas no querían seguir los pasos de nadie, sino inventar el suceso artístico, descubrir nuevos pintores, para que dieran carácter propio a la galería.
En 1966, la Galería Pecanins se trasladó a la calle Hamburgo. Alfombraron el local, pintaron las paredes y empezaron la gran aventura. Dejaron las antigüedades y decoraciones, para dedicarse por completo al arte. La galería, punto de reunión de un nutrido grupo de cineastas, pintores y escritores, era de los establecimientos que le daban perfil y acento a la Zona Rosa, hoy tan deteriorada. Desde 1984 ocupan su sede actual, en la colonia Roma, a un paso de la reproducción de la madrileña Fuente de la Cibeles. La vida de las tres hermanas ha estado entreverada con la de los principales creadores establecidos en Ciudad de México y en Barcelona. En 1972 abrieron una galería hermana en el Barrio Gótico de la capital catalana. No tuvo la acogida que merecía porque los potenciales compradores barceloneses no supieron valorar la categoría de los artistas mexicanos de primer nivel que expusieron en la sala. Rufino Tamayo, uno de los artistas iberoamericanos más cotizados, fue acogido por críticos y asiduos de las galerías como si se tratara de un principiante. Y así sucedió con otros artistas mexicanos de renombre, como Manuel Felguérez, Vicente Rojo, José Luis Cuevas, Chucho Reyes, Friedeberg y García Ponce, entre otros. En más de una ocasión las Pecanins nos han comentado que los escritores del boom latinoamericano que en aquellos años residían en Barcelona –García Márquez, Vargas Llosa, José Donoso, Carlos Fuentes-, fueron de los pocos que compraron un cuadro a la galería. Desde la inauguración en México de la Galería Pecanins, las tres hermanas siempre quisieron que fuera una casa para los artistas, pintores y escultores, pero también escritores, cineastas; actores, autores y directores de teatro; músicos, poetas y críticos de arte. Las Pecas nunca siguieron el concepto de galería como una mera tienda de obras de arte. "Fue un emblema de lo que es una aproximación al arte que nunca privilegió el dinero sino el arte mismo", señala el crítico Alberto Blanco. La galería ha mantenido una estrecha relación con pintores y escultores, pero también con escritores como García Márquez y Álvaro Mutis. Las Pecanins tuvieron íntima amistad con Luis Buñuel y su esposa Jeanne Rucard, con Luis Alcoriza y Arturo Ripstein, entre otros muchos cineastas.

Promotoras del arte catalán en México, y del arte mexicano en Barcelona
Desde su llegada a México en 1950, las Pecanins han promovido el arte catalán en México y el mexicano en Cataluña. Las Pecas han realizado un papel fundamental en la difusión de artistas contemporáneos de los dos países; su galería ha sido un sólido puente de ida y vuelta. En México fueron los primeros en mostrar obras de Miró, Tàpies, Guinovart, Amat, Ràfols. En 1992 organizaron en el Palau Robert de Barcelona la exposición A Mèxic: homenatge de Catalunya a Mèxic. Una de las últimas apariciones públicas de las hermanas Pecanins fue en la inauguración de la exposición Pintores catalanes en México, en el Centro Cultural Español de la capital mexicana. La muestra fue presentada por primera vez en la ciudad de León, Guanajuato, en forma paralela al Festival Internacional Cervantino del año 2008, que estuvo dedicado a las artes escénicas de Cataluña. En la actualidad, la exposición está viajando por toda la República mexicana. La generosidad desinteresada de Tere y Ana María Pecanins –la galería no recibió ningún apoyo económico de la Generalitat ni de las autoridades culturales españolas por prestar su colección- ha permitido que pinturas, grabados, dibujos, collages y objectos de artistas catalanes, nacidos o no en Catalunya, hayan podido exhibirse en ciudades como Querétaro, Oaxaca, Chihuahua, Veracruz y Ciudad de México. La muestra con lenguajes tan variados es espléndida: 40 obras de 10 artistas de primer nivel: Josep Guinovart, Antoni Tàpies, Joan Miró, Daniel Argimón, Joan Hernández Pijoan, Josep Bartolí, Antoni Peyrí, Jordi Boldó, Albert Gironella y Arcadi Artís. Tere, como todas las Pecanins, no se limitó a una sola dimensión artística. En forma paralela a su actividad de galerista, se dedicó a la dirección artística de películas y a la ambientación de telenovelas de éxito, como "Mirada de mujer" (1998). También incursionó en la dirección artística de varias películas, participando al lado de Alejandro Luna en "Santa sangre" (1989), de Jodorowsky, que se ha convertido en película de culto. Entró en el mundo del cine por su amistad con directores que en los años 60 empezaron a proponer un cine mexicano independiente de la industria, primero desde la marginalidad hasta llegar a constituir con los años la base más sólida del nuevo cine mexicano. Ganó un Ariel (equivalente al Goya mexicano) por la dirección artística de la película "Goitia", de Diego López. Entre otros filmes en los que participó, también fue premiada por la dirección artística de "Cilantro y perejil", de Rafael Montero. El dibujante José Luis Cuevas dice que Tere Pecanins era "una persona espléndida que amaba el arte. Me llevaba muy bien con Tere, su muerte me produce un profundo dolor. En sus espacios las Pecanins dedicaban atención preferente a la obra de artistas jóvenes, tanto mexicanos como españoles". El artista plástica Héctor de Anda señala que las Pecanins representan una época en la historia del arte contemporáneo mexicano. "Las Pecanins aportaron su energía, pasión y amor por el arte, siempre destacaron por ese entusiasmo por apoyar y creer en los jóvenes".

Siempre en busca de los nuevos talentos

Jorge Alberto Manrique, crítico de arte, destaca "el trabajo de Tere Pecanins, al igual que el de sus dos hermanas, en la galería familiar, donde se expusieron las propuestas de los jóvenes pintores de los años 40 y décadas posteriores, siempre en busca de los nuevos talentos".
El crítico Alberto Híjar admiró la capacidad de trabajo de Tere Pecanins para impulsar a artistas poco conocidos. "Tere fue una galerista ejemplar. Se mantuvo independiente de los patrocinios estatales, lo cual es muy difícil para que la galería tenga continuidad", señala. Para Armando Colina, las hermanas Pecanins "fueron pioneras en la Zona Rosa, muy luchadoras, muy entregadas a su labor. La Galería Pecanins es mítica". Teresa del Conde, ex directora del Museo de Arte Moderno, comenta: "Vivaces, sonrientes, incansables, insistentes, las gemelas Pecanins formaron y formarán parte inextricable del campo artístico de nuestro país, extendido a otras latitudes". La familia Pecanins llegó de Barcelona a México en 1950. Las tres hermanas eran hijas del ingeniero Jesús Pecanins Fàbregas y de Montserrat Aleix, pero también eran "hijas de la guerra y la posguerra". Por eso lo primero que llamó la atención a Tere, al llegar a México, fueron las panaderías por "los aromas, la variedad de formas y colores" del pan dulce, el cual se podía comprar sin necesidad de cartilla de racionamiento. Cincuenta años después de arribar a la antigua Tenochtitlan, nada ni nadie logró atenuar su vocación de promotoras de arte, ni borrar sus primeras impresiones de la idiosincracia mexicana. Desembarcaron en México cuando Diego Rivera vivía el momento más álgido de su carrera. Aquella obra con doctrina y mensajes revolucionarios chocaba con la idea del arte que tenían las Pecanins. Al topar con los grandes murales de Rivera asumieron que tendrían que adaptarse a un país agreste, orgulloso de su pasado sangriento y debatiéndose en un presente rijoso y rojizo. "Nosotras no llegamos a México a hacer las Américas", le dijo Montse al crítico Luis Carlos Emerich. En efecto, las Pecanins no cruzaron el Atlántico para a hacer dinero, de hecho nunca lo hicieron, lo que les interesaba era difundir el arte mexicano, catalán y latinoamericano.

Concierto de San Ramon

Benvolguts amics i amigues,

us convidem, com cada any, a la Festivitat de Sant Ramon, a la Fundació Catalunya-Amèrica.

Serà el proper dissabte 5 de setembre, a les 18h, davant el monument de Fra Ramon Pané, a Sant Jeroni de la Murtra.

El concert serà a càrrec del Rincón del Arte y de la Música de Andalucía y Cataluña. Es titula Raíces y ens oferiran ritmes flamencs amb influència americana.

Serà un goig saludar-nos personalment!



___________________

Queridos amigos y amigas,

os invitamos, como cada año, a la Festividad de San Ramón, en la Fundación Catalunya-América.

Será el próximo sábado 5 de septiembre, a las 18h, delante del monumento de Fray Ramón Pané, en Sant Jeroni de la Murtra.

El concierto será a cargo del Rincón del Arte y de la Música de Andalucía y Cataluña. Se titula Raíces y nos ofrecerán ritmos flamencos con influencia americana.

¡Será un gusto saludarnos personalmente!

Una tragedia sudamericana

Por: William Ospina
El Espectador (Colombia)

El 19 de abril de 1810 los patriotas venezolanos declararon su independencia del poder español.

Simón Bolívar, quien no estuvo presente, y no firmó por lo tanto el acta de la revolución, fue nombrado después embajador en Inglaterra, acaso porque era el único que estaba en condiciones de pagarse el pasaje. Recibió una credencial para hacer reconocer al nuevo país por parte de la corona británica, y entre las muchas instrucciones que se le dieron estaba la de establecer en Londres relaciones prudentes con el viejo conspirador Francisco de Miranda.

Miranda era un hombre legendario y glorioso, y tenía ya 60 años cuando Bolívar apenas cumplía 27. Llevaba más de 30 soñando con la libertad del continente, y buscando realizar ese sueño a través de contactos con los grandes poderes del mundo. Experto militar, había sido parte de la Independencia de los Estados Unidos y de la Revolución Francesa. Amigo de aristócratas y jefes de Estado, y amante de Catalina de Rusia, quien lo autorizó a llevar el uniforme de su país, aquel héroe asombroso de varias guerras había dejado su nombre en París, en el Arco del Triunfo.

Una de las primeras cosas que hizo Bolívar al llegar a Londres fue buscar a Miranda en su casa de Grafton Square. Desde su encuentro se los vio muchas veces caminando por la ciudad y asistiendo juntos a los lugares públicos y al teatro. Miranda le abrió su alma. Había soñado un país formado por toda Sudamérica, que se llamaría Colombia, como desagravio a Cristóbal Colón, a quien un cartógrafo casual había arrebatado la gloria de bautizar al mundo que había descubierto, y estaría gobernado por un monarca cuyo título sería el Inca. Hasta había diseñado la bandera de ese país ilusorio, con los tres colores primarios del iris, el amarillo, el azul y el rojo. Bolívar fue más allá de lo autorizado, y convenció a Miranda de volver a Venezuela para ponerse a la cabeza de la revolución.

Bolívar también anhelaba la Independencia, pero intuyó que ésta difícilmente se lograría a través de alianzas entre grandes potencias. No bastaba unir a Francia e Inglaterra contra España, porque esos alineamientos momentáneos cambiaban al soplo del viento. A España sólo la expulsaría la lucha de los americanos.

Nombrado jefe del ejército, Miranda intentó disciplinar a los guerreros para sacar de ellos eficientes soldados de estilo europeo, sin comprender que de la arcilla de esos indios del trópico, de esos jaguares llaneros hechos de intemperie y silencio, no saldrían jamás armadas prusianas. Un día Miranda se asomó a la puerta de su caserna, vio a un oficial haciendo piruetas sobre un caballo para complacer a unos soldados y se enfureció por tanta indisciplina, pero cuando llegó exasperado a amonestar al oficial, descubrió que el hombre de las piruetas era el propio Bolívar.

Éste sabía que no tenía bajo su mando ejércitos europeos, sabía que para ganarse la confianza de sus soldados necesitaba demostrarles que era capaz de hacer todo lo que ellos hacían. Sólo mostrándose tan rudo y ocurrente como ellos podía lograr que no lo vieran como un señorito rico dándoselas de jefe de tropas. Las tensiones entre los dos grandes hombres, que tenían un mismo sueño pero métodos tan distintos, crecieron con los días. Miranda nombró a Bolívar defensor de la fortaleza de Puerto Cabello, un cargo de alta responsabilidad, pero que podía ser interpretado como una manera de mantener a Bolívar lejos del frente de batalla. La fortaleza estaba llena de prisioneros españoles ricos e influyentes y contenía un arsenal importante. Bolívar vio desde el comienzo que la guardia con que contaba no sería suficiente en caso de ataque, ni para someter la fortaleza en el caso probable de que los prisioneros sobornaran a sus guardianes y se apoderaran de ella. Pidió repetidas veces refuerzos a Miranda y no obtuvo respuesta. Tropas españolas venían en camino, el peligro era inmenso, y Miranda, en vez de atacar a los frentes enemigos como Bolívar lo habría hecho, se limitaba a mantener posiciones y defenderse. Un nuevo llamado de auxilio tampoco obtuvo respuesta.

Lo cierto es que un día, como Bolívar lo temía, los prisioneros sobornaron a los jefes de guardia y se apoderaron de la fortaleza, cuando ya se cernían sobre las costas de Carabobo los regimientos del español Monteverde. Hay quien dice que Bolívar se distrajo; lo cierto es que la fortaleza no podía defenderse con las tropas disponibles. Escribió a su jefe en un estado de contrición indescriptible. Se sentía culpable de esa derrota que ponía en peligro la revolución, aunque sabía que aquel fracaso no era su culpa exclusiva.

Cuando Miranda, que había hecho caso omiso a sus demandas, o no las había recibido, se enteró de la caída del fuerte, comprendió que la revolución había fracasado, y no se lo atribuyó tanto a sí mismo como a la indisciplina de las tropas. Al recibir la noticia dijo, en inevitable francés: Venezuela est blesée au coeur. Y tomó la arriesgada decisión de capitular ante el enemigo, pensando evitar una inminente masacre de patriotas. Para él, la revolución estaba vencida.

Pero Bolívar pensaba otra cosa. Se sentía abrumado por los remordimientos porque la pérdida del fuerte era su responsabilidad personal, pero un hombre como él, de una resistencia casi sobrehumana, jamás habría aceptado la derrota. Cuando se enteró de que Miranda había capitulado, su contrición se transformó en cólera. Ante la pérdida de un fuerte, Miranda, en vez de contraatacar, renunciaba. Lo habían nombrado jefe de la revolución y se creía su dueño.

¿Cómo firmaba un armisticio sin consultar siquiera con sus hombres? Para Miranda tal vez aquel gesto era un alto prudente en los planes de la revolución, para evitar una represión sanguinaria; para Bolívar era una traición. Saltó sobre su caballo con algunos amigos y voló a la Guaira a castigar al traidor. Las oscuras tensiones entre los dos grandes aliados finalmente estallaban.

Al día siguiente, cuando Miranda despertó, listo para partir al exilio, como lo había acordado con los españoles, Bolívar le apuntaba al rostro con una pistola. Y al pasar a la habitación siguiente, mientras Miranda decía: “Bochinche, es lo único que esta gente sabe hacer”, los españoles irrumpieron en la escena, y al ver a Miranda sometido, se apoderaron de él, e incumplieron todos los acuerdos. Bolívar, por intercesión milagrosa de un amigo suyo, el español Iturbe, obtuvo un pasaporte para irse al exilio. Pero Miranda fue confinado dos años en una celda venezolana, y después en una celda española, y allí murió, mudo de amargura, dos años después.

La Independencia de nuestra América comenzaba con esa inolvidable tragedia.

¿Nova Icària o Santo Domingo?

Catalina Gayà. El Periódico

Dominicano de L’Hospitalet. Dominicano del centro. Dominicano de Badal. Así se definen, primero del lugar de donde los trajeron sus padres cuando tenían 9, 10 y 11 años y luego, de donde han vivido casi la mitad de su vida.

Los domingos por la tarde se reúnen en la playa de Nova Icària, de Barcelona. ¿Por qué? «Costumbre», responden ellos. Lo cierto es que Nova Icària no tiene un malecón caribeño, pero sí un espigón que en las tardes dominicales se convierte en una República Dominicana de mentirijilla: familias muy jóvenes, adolescentes musculosos, raperos.

Chicos y chicas que son de aquí, pero también de allá, y que se encuentran para hacer lo mismo que harían si estuvieran en el país de sus padres, República Dominicana, y que ellos, a pesar de la distancia y de que han crecido en Catalunya, siguen considerando el suyo.

En el espigón, ellos mismos así lo advierten, está «todo» Santo Domingo. Algunos se bañan; otros solo controlan el territorio desde la grada, algunos beben Johnny Walker, muchos comen y los más coquetean a lo caribeño. «Mami-papi-Papi-mami». Cuentan que ya no hay ni música ni baile porque la ordenanza lo prohíbe, pero siempre hay alguien que se arranca con un rap improvisado. Fuera estereotipos: ni del reguetón ni de la bachata aquí no hay rastro y lo que se escucha es salsa de discoteca y, más que nada, un rap –made in L’Hospitalet–que habla del barrio; de la raza; de la dureza de ser de aquí y de allá, y de ese tener que encajar porque la necesidad obliga.

La canción Fight the power, de Public Enemy, mezclada con versos dominicanos, se escucha desde un loro camuflado en algún lugar del espigón. La presencia de estos 70 muchachos ha convertido este trozo de playa en una pequeña Barahona (el paraíso caribeño donde Óscar, el protagonista de La maravillosa vida breve de Óscar Wao, de Junot Díaz, pierde la virginidad).

Banda sonora

38 grados en Barcelona y la temperatura subiendo. Si hubiera un locutor de radio que los convocara diría: «Panas [amigos] de todos los barrios de Barcelona, la fiesta es a partir de las 17.00 horas en la playa. Ya saben dónde». Léanlo con voz grave y con la rapera Mary J. Blige o con Marc Anthony como banda sonora.

Los turistas quemados por el sol observan el territorio conquistado. Las risas, la presencia de reyes y reinas atléticos y los gritos hacen que sea imposible que pasen desapercibidos. «Hace ya años que venimos aquí. Somos de todos los barrios y acá nos encontramos. Todos somos dominicanos», explica Rubén, sentado junto a un muchacho que dice llamarse Radar. Los dos vigilan las cosas de sus «señoras». Rubén no pasa los 22 y su esposa tiene 19. Viven en L’Hospitalet y ella es venezolana. En ambas espaldas llevan tatuado el nombre de su hija. Radar andará también por los 20 y pocos y su chica es catalana y espera un niño.

Las dos chicas avanzan, a paso lento, desde la orilla del mar hacia el espigón. Hasta que ellas están junto a sus hombres, los chicos no acceden a dar un paseo por ese Santo Domingo de Barcelona.

Rubén se levanta, camina entre corrillos de cuerpos sentados y la gente lo saluda. Frente a un grupo de jóvenes que visten vaqueros, gorras, camisetas anchas y zapatillas de deportes se detiene. Son los componentes de varios grupos raperos de L’Hospitalet: El Inocente, Purina Record, Demencia Record. El Inocente no se corta e improvisa un rap en estilo libre. «Estamos en la playa de Barcelona, estamos los dominicanos...». Sus amigos se ríen. Ninguno tiene intención de remojar ni los pies en el agua.

El espigón se ha llenado a partir de media tarde. «Nosotros no necesitamos mucho sol», dice El Inocente. «Somos una mezcla de aquí y de allá, lo mejor de aquí y de allá».

Nati, una chica de 27 años, pasa luciendo biquini y moviendo cadera. Lo hace callar en el acto. Se ríe de El Inocente, lo repasa de arriba a abajo y empieza a jugar con un rosario que cuelga de su cuello. Como el personaje de Rosie Pérez, en Haz lo que debas, de Spike Lee, le perdona la vida con la mirada. La mirada, eso sí, es imaginaria: ella se oculta tras unas gafas de sol enormes.

Un chico de otro grupo rap sigue la canción de El Inocente. «No somos un gueto», recitan. Uno de los raperos se detiene en la palabra y quiere dejar claro «a la prensa» que, aunque Santo Domingo está presente en vida y espíritu en el espigón, aquí hay gente de todos lados. Parejas mixtas; amigos que han venido con ellos.

La «fight» (batalla) de rimas se pierde entre los gritos que se escuchan desde la arena. Un corrillo anima a dos chicos a empezar otra batalla: esta de lucha libre. Un chico aplasta a otro con todo su cuerpo. Gana y corre hacia el agua. Dos chicas mulatas entran en escena. «Mami, mami», corea el público. Ellas se retan. Una grita el nombre de su barrio: «Badal», y el público se divide. Es la primera vez que la segunda tierra –la catalana– gana protagonismo a la primera. Vence la chica de Nous Barris.

La playa en esta zona es un hervidero de vida. Pocas toallas, muchas idas y venidas. Vaqueros, biquinis, colguijos de santos dominicanos. Algunos irán a «la isla» este año. Otros llevan más de cinco sin visitarla y solo guardan recuerdos difusos. Saben más por lo que les han contado que por lo vivido. Un chico que no da su nombre lo tiene claro: «Cuando llegamos allí, somos los reyes. Buena ropa, coche, mujeres».Aquí, trabaja en un supermercado.

A las 20.00 horas, el espigón empieza a vaciarse. Hacia la 22.00 horas es solo un trozo de cemento al que Bcneta tendrá que lavar la cara. En el metro sigue la juerga.

Construirán obra de Gaudí en Chile

Tomado de Gaudí Club del martes 1 Marzo de 2005

La iniciativa tendrá un costo de 2,5 millones de euros y se construirá en el recién inaugurado Parque Cataluña en la ciudad de Rancagua.


A cinco años (en 2005), que Chile celebre dos siglos de vida independiente, es decir en el año 2010, ya comienzan a tomar forma diversos megaproyectos con los cuales el gobierno del Presidente Lagos b
usca cambiarle el rostro a las principales ciudades del país.

Uno de los desafíos tiene una historia bastante particular, pues, hace 96 años el padre franciscano, Fray Angélico Aranda, quien cultivaba la Fe en lo que hoy es la Catedral de la ciudad de Rancagua, se había maravillado con las obras de Gaudí cuando visitó Barcelona en 1909.

Allí nació una profunda amistad entre el genio catalán y el fraile chileno. No pasaría mucho tiempo y en 1922 Aranda hace la petición a su ilustre amigo de esbozar una obra para construirla en Rancagua, solicitud que Gaudí responde con esmero. La llamada ciudad histórica, Rancagua, está ubicada en el centro geográfico del territorio y donde los patriotas comandados por el general Bernardo O'Higgins, durante el proceso de la Independencia, 1810-1818, marcarían una profunda huella de heroísmo y libertad que daría origen más tarde a otra nueva república en la joven América del Sur.

Actualmente
esta región chilena lleva el nombre del bizarro padre de la patria. Pero el paso del tiempo también hizo lo suyo y el maravilloso anhelo del padre Aranda quedó cuidadosamente esperando en el baúl de los recuerdos hasta que –quizá por mandato divino-, el proyecto comienza nuevamente a ver la luz luego de una minuciosa investigación realizada por los fundadores de la Corporación Gaudí de Triana en los años '90. El trabajo significó que el ayuntamiento de Rancagua destinará en 1999 un área del parque comunal para la ejecución de obras que comprende el Parque Cataluña, recientemente inauguradas, y donde se ha proyectado en el mediano plazo la edificación de la majestuosa Capilla de Nuestra Señora de los Angeles o Porciúncula” señaló la Consejera de Urbanismo Beatriz Valenzuela van Treek.

El impacto esperado de la sagrada infraestructura no tiene precedentes en el orbe, puesto que es una de las tres únicas obra de Antonio Gaudí fuera de España y hará que Rancagua sea una ciudad única en el mundo con el legado de Gaudí” agregó la consejera Valenzuela van Treek.

Es curioso, pero Rancagua además de este vínculo con España, a los pies de la cordillera de Los Andes está la mina subterránea más grande del mundo, que a principios del 1900 fueron los hermanos Guggenheim, los mismos del museo de New York y Bilbao los que fueron parte de los inversionistas de esta mina de cobre.

La obra, que tendrá un costo cercano a los 2,5 millones de euros con características ecuménicas es un rescate en el tiempo, un lazo que unirá dos historias: una, la de un pasado que revive una cristiana amistad entre dos hombres entregados a la fe; la otra el intercambio de dos mundos que, por una parte, privilegia la virtud de la arquitectura del inmortal Gaudí, y también el espíritu visionario de los gestores y responsables del presente. Será por excelencia un homenaje al legado, misterio y templanza impuestos por el genio español que marcará por cierto un hito en el Bicentenario de Chile el 2010.


PARQUE CATALUÑA



A fines de diciembre del 2004 la Bi Ministra de Vivienda y Bienes Nacionales, Sonia Tschorne, junto a autoridades inauguraron la primera etapa del Parque Cataluña, obras que han significado una inversión cercana al medio millón de euros; el Parque contempla emplazamientos y tratamiento de espacios exteriores que permiten valorizar la Capilla e integrarla con la Casa de Soledad y Silencio que será administrada por un grupo de mujeres catalanas laicas conocidas como Clara Eulalias, lugar que estará destinado a la oración y la expresión cultural sin distinción de credo.

También están la Plaza de los Adolescentes, Juegos Infantiles e Infantes Mayores para armonizar el entorno.


Dentro del Parque se localiza un colegio de formación para jóvenes de familias pobres, quienes a futuro podrían adiestrarse en capacitación técnica que les permitan forman parte de los equipos constructores de la capilla de Antonio Gaudí.
El Parque Cataluña tiene hacia su frente norte y de entrada la cercanía de la principal avenida de la ciudad, la Alameda Bernardo O'Higgins; escasos metros más allá residente familias de escasos recursos económicos. Hacia el lado este y sur se han establecido zonas de gran expansión residencial, centros comerciales y de salud. Mucho más alejado, pero no menos importante, se encuentra el mineral de cobre subterráneo más grande del planeta en explotación en plena Cordillera de Los Andes: El Teniente. Y, al oeste, está el centro urbano de Rancagua donde convergen viejas y remozadas calles y construcciones muchas de ellas testigos de un pasado colmado de hazañas e historia preincaica e hispánica.

Próximamente se abrirá en Rancagua una sala de exposiciones de Antonio Gaudí.

Mención inicial de la participación de catalanes en la Revolución de Mayo e Independencia de la República Argentina

Tomado de: Coordinadora de entidades argentinas

Joan Larreu - Juan Larrea (Mataró 1782-1847) Se estableció en el Río de la Plata desde 1800. Vocal de la Primera Junta, hizo grandes contribuciones económicas para el éxito de la Revolución.Presidente de las sesiones durante los primeros 3 días. Estableció la extinción de los títulos nobiliarios, la prohibición de las torturas y firmó la creación del himno nacional. Ministro del Tesoro, participó en la creación de la flota naval argentina, incluso aportando su capital personal.

Domènec Matheu -Domingo Matheu (Barcelona 1765-1831) Establecido en Buenos Aires desde 1793, luchó contra los ingleses en los intentos de invasión del Río de la Plata. Vocal de la Primera Junta, sustituyó a Saavedra como presidente. Como Larrea, ayudó financieramente el primer gobierno argentino. Director de la fábrica de armas y de uniformes militares.

Familia Alsina

Joan Alsina llega a Buenos Aires el 1782. Participa en la defensa de Buenos Aires durante el intento de invasión inglesa dentro el cuerpo de Voluntarios Urbanos de Catalunya y muere en combate. Impulsó la creación de l'Escuela Náutica, de la cual seria director.
Valentín Alsina, hijo de Joan, diputado al Congreso de la Nueva República Argentina. Gobernador de Buenos Aires. fue uno de los principales impulsores del Código Penal argentino.
Adolfo Alsina, nieto de Joan Alsina. Gobernador de Buenos Aires y vicepresidente de la República.

Vicent Lòpez i Planes (1785-1856)Valenciano, gobernador de Buenos Aires, con ejercicio del Poder Ejecutivo Nacional. fue el autor de la letra del himno nacional argentino.

Blai Parera i Moret (1776-1840) Músico, emigrado a Buenos Aires procedente de Mataró, afincado en Buenos Aires desde el 1793. Creo la partitura del himno nacional argentino.

Felip Sentenach (-1812) Ideólogo y gestor de la reconquista de Buenos Aires a los ingleses. Tras la Revolución de Mayo puso los fundamentos pedagógicos la Escuela Militar de Matemáticas, creada por Belgrano que dirigió hasta que murió l'año 1812.


Jaume Llavallol i Riu (1760-1838) comerciante catalán establecido al Río de la Plata. Capitán de la Tercera Compañía de Miñones catalanes que participó en la defensa contra el intento de invasión inglesa. Su hijo, Felipe Llavallol (1802-1874) fue gobernador de Buenos Aires, ministro de Hacienda, presidente de la Bolsa y de la Sociedad del Camino de Hierro de Buenos Aires, primer ferrocarril argentino. En su honor se fundó el pueblo (hoy ciudad) de Llavallol.

Els Minyons ( Compañía de Miñones catalanas) Compañía de 146 hombres financiada por Miquel Antoni Vilardebó y comandada por Rafael Bofarull, Josep Grau, Cristòfol Salvanyac y Jaume Ferrer que vino de Montevideo por unirse a las tropas que defendían Buenos Aires. Tuvieron un papel muy destacado en las operaciones militares que significaron la derrota inglesa. Se fusionaron con los Voluntarios Urbanos Catalanes, que contribuirían nuevamente a la defensa de Buenos Aires. Entre los oficiales figuraban Joan Larreu y Domènec Matheu, que cómo hemos visto tuvieron un papel importantísimo en la lucha por la independencia.

La palabra catalana "minyó" significa en castellano, "chico". En la historia Argentina sirve para dar nombre a unas compañías militares de voluntarios catalanes que participaron decisivamente a la liberación de Buenos Aires ocupada por los ingleses en las invasiones de 1806-1807.

Eran unos ciento cincuenta jóvenes catalanes residentes en el Virreinato del Río de la Plata que se auto-organizaron, apoyando el alzamiento platense, para poner fin a la ocupación de las tropas inglesas comandadas por el general Beresford. Para tratar de explicar la relevancia de la actuación catalana, la investigadora argentina Cristina Ambrosini, recupera las palabras del General Mitre en las cuales afirma que las "guerrillas catalanas" , así las denomina, fueron quienes fundamentalmente permitieron la expulsión de los ingleses, de forma muy específica en 1806.

Efectivamente, consta que los "miñones catalanes", el 10 de agosto de 1806, desalojaron a los invasores del Parque del Retiro a punta de bayoneta y fueron, así mismo, los primeros en tomar, en la ofensiva final del 12 de agosto, la Plaza Mayor de la ciudad (actual Plaza de Mayo). El cuerpo de "miñones" de aquel 1806 era comandado por Rafael Bofarull y José Grau, y estaba financiado por el comerciante catalán Miguel Antonio Vilardebó.

Contaba, también, con el aporte pecuniario de los mismos miñones.

Respecto a la definitiva liberación de Buenos Aires de 1807, sabemos que la tercera compañía de miñones, comandada por Felipe Llavallol, recuperó Barracas, Miserere y, nuevamente, el Retiro y la Plaza Mayor. Encuadrados en ella, un numeroso grupo de catalanes porteños, con el nombre de "Voluntarios Urbanos Catalanes", contribuyó decisivamente a la victoria final.El también catalán José Milá de la Roca fue quien extendió la capitulación a los ingleses vencidos en las calles de la ciudad. Algunos de estos hombres, junto a muchos otros, abrazarían pocos años después la causa independentista y hasta llegarían a trabajar cerca del general Manuel Belgrano.

La organización y método de lucha de los catalanes en Argentina correspondía a la de una infantería ligera de larga tradición en Cataluña. Destacaba fundamentalmente por su gran movilidad, el aprovechamiento adecuado del terreno y una gran rapidez e implacable contundencia en sus acciones de ataque. Este modelo no era nuevo. Aparece perfectamente documentado en la historia de la Cataluña medieval y moderna.

Entre los siglos XIII y XV, compañías similares con el nombre de "almogàvers" ("almogávares") ganaron para la Corona Catalano-Aragonesa los territorios de Valencia, Sicilia, Cerdeña, Atenas y Neopatria. Entre los siglos XVI y XVIII, compañías herederas de éstas, combatieron con el nombre de "miquelets" ("migueletes") en la Guerra de Separación de Cataluña (1640-1652) y en la Guerra de Sucesión a la Corona Hispánica (1705-1715). Con esto se entiende que la consideración de los catalanes como gente pacífica sólo puede aplicarse a partir del último siglo y medio. Hasta entonces resulta del todo cierta una frase escrita en la Argentina posterior a las invasiones: "Catalanes: si fuera poeta diría que Marte había puesto escuela en Cataluña".

Con esta breve explicación, a la cual deberían añadirse muchos otros hechos relevantes de aquellos años 1806-1807, queda claro que la relación entre Argentina y Cataluña empezó, en época contemporánea, con muy buen pie. No en vano, la lucha contra el absolutismo y la defensa de las libertades catalanas encaja perfectamente con lo que los argentinos, y los demás habitantes de los territorios del Río de la Plata, deseaban para su futuro.

La odisea del Winnipeg y la recuperación de la memoria democrática

por Francisco Javier Alvear
El Clarín de Chile


La historia del Winnipeg es "una de las historias de solidaridad más admirables y emocionantes de la historia y un ejemplo de solidaridad, paz y fraternidad", manifestó hace un par de años en visita a Chile, Joan Saura (ICV), Conseller de Interior, Relaciones Institucionales y Participación del gobierno de la Generalitat de Catalunya -el gobierno autonómico catalán. Y asimismo que la Generalitat el año 2009 iba recuperar la memoria del exilio, cuyo símbolo será el barco 'Winnipeg', que llevó a Chile a más de 2.000 exiliados republicanos en 1939. (Europa Press)

Saura, pronunció estas palabras en un emotivo acto junto al monolito que recuerda la llegada del mítico buque al Muelle Prat del primer puerto chileno de Valparaíso, el mismo sitio en que hace 70 años, un día 3 de septiembre de 1939 recalara luego de toda la peripecia de una larga y azarosa travesía el “barco de la esperanza”, como el título del libro de Jaime Ferrer Mir, uno de los historiadores chileno-catalán que se hayan encargado todos estos años de mantener viva esta parte de nuestra hermosa historia de solidaridad y esperanza. Un hecho histórico relevante, sin duda, un genuino acontecimiento, tan recordado y estimado en Chile -por el aporte que generó este puñado de republicanos, de todas las tierras, ideologías, profesiones, a la sociedad y la cultural local- como ignorado, casi por completo, acá en España. Ni más ni menos, que lo ocurre con casi la mayoría de los hechos relevantes de la historia reciente de este país, sobre la cual pareciera extendido un manto de olvido y de amnesia, en algunos casos, no exento de cálculo y pragmatismo y que a momentos, expele el fatal hedor de la impunidad.

No sin razón Joan Garcés, el conocido valenciano, jurista y amigo personal de Salvador Allende, señalaba muy hace poco en una entrevista publicada precisamente por elclarin.cl:
“España es el país de Europa en el que los crímenes contra la Humanidad, cometidos entre 1936 y 1975, no han sido jamás investigados por un juez antes de 2008 (Baltasar Garzón). No hay otro país en que no se hayan investigado ese tipo de crímenes y sancionado aunque sea en parte. España es el único país en el que se nos dice que no hablemos de ese tema, que los juzgará Dios y los historiadores, que los tribunales de justicia deben continuar cerrados.”[1]

La desmemoria histórica o la ausencia de ella, el olvido junto con ser abiertamente enemigos de la verdad se conjugan muy bien con la impunidad y la injusticia, en desmedro de la cultura profunda y de la democracia de los pueblos.

Esta abrumadora realidad y este un tanto panorama esquizo produce un abismal y brutal contraste con otra cara de la España de hoy, -oh! paradoja- transformada en una de las democracias maduras más completas del mundo, en materia de libertades, derechos individuales y civiles, lo cual se traduce en leyes como la “ley de dependencia”, la “ley del trabajador autónomo”, la “ley de matrimonios de personas de igual sexo”, convirtiendo a este país además en una de las democracias más incluyentes y tolerantes del mundo. Un país, dotado de una larga e inimitable tradición, por ejemplo ya contaba de antaño con una nutrida legislación pro derechos de las mujeres a la par que diputadas electas (entre 1931-1939, fueron electas nueve mujeres al Parlamento) cuando en muchos lugares del mundo las mujeres no pudieron acceder al sufragio sino hasta algunas décadas atrás.

Un país, como señalaba Chomsky en una entrevista también publica en este medio, que cuenta con experiencias notables como la sociedad utópica sin privilegios de clase llevada a la práctica en Catalunya a fines de 1936, sin terratenientes ni patrones, dirigida por consejos de obreros, campesinos y milicianos, con las tierras distribuidas entre comunas agrarias y la industria colectivizada bajo control de los trabajado
[2], que motivo por parte de George Orwell su famoso y olvidado “Homenaje a Cataluña” (Hoy sólo queda de Orwell y su homenaje una plaza en el Barri Gòtic del distrito de Ciutat Vella en Barcelona: la “Plaza de los yonquis”) a partir del cual el mismísimo Chomsky se adentra en el estudio y adscripción del “socialismo libertario”, experiencia vital para su lúcida y crítica reflexión política tan importante para el pensamiento progresista del mundo. Para no seguir con la II República y la universal Guerra Civil Española, su causa, sus conquistas, sus canciones… su simbolismo global que influyó tan decididamente en las batallas políticas de América Latina y de UP en Chile, por ejemplo.

Historias como las del Winnipeg, deben ser necesariamente relevadas, difundidas, celebradas y socializadas por todo el mundo, aquí, allá, acullá, especialmente por las autoridades, cuando en esta materia se suele ser tan débil, ambiguo e incluso adverso. Cuando se ha hecho poco o casi nada en este tipo de temas, como en los comprometidos festejos del centenario de Allende. “Mucho ruido y pocas nueces”. Lo poco y nada que se ha hecho en esta materia por estos lados responde más bien a notables iniciativas personales envés de institucionales. No queda más que lamentarse, constituye francamente un despropósito, todo un desperdicio, farrearse una causa con tanto espesor y densidad vital-antropológica-existencial, especialmente de cara a nuevas generaciones que no han renunciado a creer y sentir nuestra historia y ciertas luchas y reivindicaciones como propias, lo sabemos, lo intuimos.

Ahora, en un intento también personal por ir tras las huellas de esta historia di con dos supervivientes de la misma en Catalunya, Carmen Blasco y Margarita Sancho. Estuve con ellas, las visité y entreviste en sus casas. La Carmencita me recibió en su piso del distrito de Horta Guinardó de Barcelona, a metros de un busto de Salvador Allende que le ha dado la ciudad en su honor, en cual cada 11 de septiembre -día nacional de Catalunya, “La Diada”- el gobierno autonómico y el de la ciudad, le rinden “sagradamente” su merecido homenaje al “Chicho”, al son del “Venceremos”, “Els Segadors” y el himno nacional. Me habló su infancia, de sus padres, de la Guerra Civil Español, la Batalla de Ebro, de la Caída Teruel y del Frente catalán, de la Caída de Barcelona, de la marcha forzada –con lo puesto- por los Pirineos (más de 500 mil personas constituyeron ese masivo y dramático éxodo) y del fatal recibimiento por parte de uno de los tres “frentes populares” existentes entonces en el mundo, el del “socialista” León Blum (los otros dos fueron el de la II República y el de Pedro Aguirre Cerda). Su viaje a Chile y, en contraste, el increíble recibimiento en una abarrotada Estación Mapocho en Santiago de Chile, al son de las canciones de la Guerra Civil Española: El quinto regimiento, ¿Dónde vas morena?, El tamborilero, etcétera, que se cantaban como propias, fueron las primeras palabras de bienvenida, como señala el recordado Volodia en su libro Neruda. Su alegría y llanto, conmueven. Una emoción enorme nos arranca con sus entrañables recuerdos de Neruda, la persecución a los comunistas durante el gobierno de González Videla, las campañas de Allende. La entrega, el esfuerzo desplegado en esa gran cruzada social-política-cultural en que se transformaba la lucha política por la presidencia, la pedagogía del “Chicho”, su afán alfabetizar… “Es algo que no puede olvidar y que no olvidaré nunca”, señala. Ella volvería a España, a comienzos del ocaso del “caudillo”, cuando la decepción de la derrota de Allende en el ’64 les hizo pensar que la tierra socialista que no cejaban de forjar, donde quiera que fueran, no llegaría nunca. En efecto, dicha campaña fue la más abrumadora y aplastante que vivió Allende de manos del imperialismo y la oligarquía dominante, “pusieron todos los huevos en la canasta” de los socios DC. Fueron muchos los millones de dólares que les “inyectó” y los recursos que desplegó el gobierno norteamericano en Chile para frenar el avance popular, para evitar que Allende llegará a La Moneda, según consta en los in-desmentibles archivos desclasificados de la CIA y el U.S. Department of State.

La historia de Margarita, no es idéntica, pero igual, vive desde fines del ’76 en el hermoso sector de la Rambla Nova de Tarragona, frente al balcón del Mediterráneo, un lugar inimaginable por su inagotable belleza. Con casi diez años, vivió el dolor de la guerra y la derrota, el éxodo y también el incomprensible recibimiento francés. La apoteósica e inestimable llegada a un Chile solidario, la emoción y el llanto de su padre, al ver tan magnífico como insuperable recibimiento y el grito de un chileno que le dice:”¡No llore poh compañero a su Patria no má ha llegáo” Son palabras que tiene grabada a fuego en lo más hondo de su alma. Su padre, morirá muy pronto, sólo dos años de haber llegado, tenía 42 años y una promisoria carrera de Juez, que se había labrado con todo el esfuerzo y el tesón de los que no tienen nada excepto inteligencia e ideas, atrás quedaban para siempre su mujer, sus hijos y su España querida. Ella permaneció en Chile, ya casada, junto a su familia hasta poco después del golpe militar que había hecho trisas a la “UP” y toda la obra construida, toda la alegría y el entusiasmo despertados, se habían esfumado ante el espanto y la barbarie; hasta cuando la vida se vio seriamente amenazada e insostenible, “todos los días mataban un amigo nuestro”, señala. Simplemente no tuvieron más remedio, debieron marchar para siempre. Una vez más la historia volvería a repetirse. Hoy tiene su corazón partido en dos, entre el recuerdo intenso del ayer y el vacuo escurrir del presente; igualmente su familia partida en dos, entre Chile y España.

Esta es una historia que debe seguir contándose, que involucra directamente a más de 15 mil chilenos, que nos llena de orgullo y emoción. Nos damos por pagados. Conocer estas pequeñas significativas historias surgidas de los más íntimos recovecos del alma buena de los hombres y mujeres. Es un tiempo de “pequeñas narrativas”, dijo hace años Félix Guattari. Y, especialmente, cuando la democracia tradicional y sus instituciones manifiestan una gran deuda con los “deseos”, con los anhelos y los sueños (reales, uf! Me carga esta expresión) de la gente de los pueblos… la recuperación de la historia, del legado de la memoria democrática juega a ganador. Por eso es valorable el esfuerzo, particular, que realizan el “Port de Tarragona” y la “Associació Allende a Tarragona” (una pequeña ONG catalana –chilena que, seriamente, se encarga de la proyección del legado de Allende en la provincia y en Catalunya), con la programación de una muestra y un coloquio para el 15 de septiembre, en homenaje a este puñado de republicanos que fueron al Sur del mundo a comenzar de nuevo sus vidas, trabajando por un Chile popular que se desvaneció, de la mano del que ya, para muchos, es el “Schindler” chileno, el gran vate Pablo Neruda.

*“Mi poesía en su lucha había logrado encontrarles patria. Y me sentí orgulloso. Tuve la dicha de ofrecerles en mi patria el pan y el vino y la amistad de todos los chilenos. Que la crítica borre toda mi poesía, si quiere, pero este poema del Winnipeg que hoy recuerdo, no podrá borrarlo nadie.”
(Pablo Neruda)

Las historias de Cristián Aguadé, fundador de "Muebles Sur" en Chile

Tomado de VertiSub group

"Lucha inconclusa: Memorias de un catalán exiliado en Chile". En 1939, luego del zarpe del Winnipeg, el médico y político catalán Jaume Aguadé accedió a que su hijo Cristián, de 18 años emigrara. La familia vivía en ese momento el exilio en Francia. Aguadé, ex alcalde de Barcelona y reconocido catalanista, llevó a su hijo a visitar a Pablo Neruda, gestor del asilo en Chile para republicanos españoles. El poeta se mostró dispuesto a ayudar. Sólo existía un problema: el joven no tenía un oficio que justificara la exigencia de inmigración chilena. "Neruda se concentró como si fuera a escribir poesía, buscando algo que remotamente tuviera relación con mis inútiles y pasados de moda estudios de transmisiones telegráficas". Como la telegrafía se hacía por impulsos eléctricos, la solución fue dejar estampado que Cristián Aguadé era electricista. Así fue como se embarcó junto a medio centenar de refugiados en el Formosa, un barco francés que siguió al Winnipeg. "Cuídenmelo", gritó Jaume Aguadé antes que zarpara el barco. "Fue la última vez que nos vimos", recuerda su hijo Cristián, hoy de 87 años. En Chile, Cristián Aguadé formó familia (se casó con la conocida pintora Roser Bru), fundó Muebles Sur, sobrevivió al franquismo y participó activamente de la transición catalana, yendo y viniendo una vez que pudo volver a entrar a España. En estos setenta años en Chile Cristián Aguadé ha hecho muchas cosas, menos ejercer de electricista.

La más reciente de ellas es su libro: "Lucha inconclusa: memorias de un catalán exiliado a Chile" (Catalonia). La idea de hacer un libro de memoria se la dio el escritor catalán Juliá Guillamon, autor de "Día revuelto: literatura catalana en el exilio", una obra aplaudida por la crítica y uno de los síntomas de la corriente de recuperación de la memoria histórica de la guerra civil española, o lo que pasó con los perdedores. "Ahora hay muchos jóvenes españoles interesados. Por eso mismo me han venido a entrevistar, no porque haya sido nada destacado, sino porque soy uno de los pocos que quedan". Después de la presentación en Santiago habrá otra en Barcelona.

"Lucha inconclusa" puede ser leída en ambas orillas como parte de una historia propia y ajena. Un efecto parecido al descrito por el diseñador Guillermo Tejeda en la introducción del libro: "La cabeza de Cristián Aguadé se compone al menos de dos cabezas: una chilena y otra catalana". Habría que agregar la del hombre de negocios atrapado en un mundo de intelectuales. En 1942 Cristián Aguadé se casó con Roser Bru. Ambos se conocieron durante el exilio en Francia -el padre de la artista también era político catalanista- y se reunieron en Santiago. Uno de los regalos de matrimonio fueron los diseños de muebles del arquitecto Germán Rodríguez Arias, también exiliado y considerado actualmente como uno de los responsables de introducir en España las ideas de la Bauhaus. "Como todos nosotros, Rodríguez Arias no tenía mucho dinero en ese momento, así que nos regaló los proyectos de muebles". Para ese tiempo Aguadé tenía una pequeña empresa subcontratista. Aprovechando el taller y los maestros hicieron los primeros muebles diseñados por el arquitecto.

Para los refugiados, los primeros años en Chile fueron la espera de que Franco cayera derrocado luego del triunfo de los aliados. Cuando vieron que esto no sucedería comenzaron a hacerse a otra idea. Al menos eso sucedió con Aguadé: "Después del 45 empezó la decepción y en los 50 pensé que aquí me quedaba hasta cuando pudiera. Además, ahí había empezado a tener relación con el país a compenetrarme más". El país que lo recibió con Aguirre Cerda comenzó a cambiar con la revolución en libertad de los sesenta para luego sobresaltarse y a mostrarse los dientes con la violencia política. Aguadé a esas alturas ya era mucho más que el refugiado: era el deportista, el esquiador de Farellones, el empresario en un mundo de intelectuales y el izquierdista en un mundo de negocios. También fue un poco playboy, lo que le costó su matrimonio de 30 años.

El título "Lucha inconclusa" tiene que ver con el hilo conductor por momentos subterráneo en la biografía de Aguadé: La política y la identidad catalana. Aun desde Chile. En cuanto pudo volver a entrar en España participó de la transición política que preparó a Cataluña para el nuevo escenario tras la muerte de Franco. Fue el representante en Cataluña de Josep Tarradellas -el presidente de la Generalitat Catalana en el exilio durante el franquismo- hasta que éste pudo regresar a Barcelona. Durante años Aguadé iba y venía, pero la actividad política disminuyó en tanto la transición española -"que debilitaba los ideales"- avanzaba. Un hecho marcó el desencanto: el momento en que Tarradellas, republicano y antimonárquico como su padre, aceptó el título de marqués otorgado por el rey. "Viví mi niñez a través de un padre político combatiente, después vino la guerra, la perdimos. Yo tenía una misión para cumplir que no era ser líder, sino ser leal a una causa".

El casal de Catalunya en el Buenos Aires ideal

De Roger Colom en Buenos Aires ideal.

El otro día me contaba Robert Wright que no por ser norteamericano tiende a asociarse con norteamericanos aquí, en Buenos Aires. Yo soy catalán, crecí en México y Estados Unidos, viví un montón de años en España y es verdad, tampoco tiendo a juntarme con catalanes, españoles, mexicanos o norteamericanos simplemente porque lo sean. En otras palabras, me considero más un viajero, un nómada, que un expatriado o un emigrante (bueno, si lo fuera sería un emigrante perpetuo). Así que sería algo bastante raro que yo me asociara al Casal de Catalunya en Buenos Aires.

Sin embargo fui porque oí que tenía un buen restaurante, y un día, pasando por ahí, vi que tienen un menú de mediodía a $20, que no está nada mal si se come bien. Hace un par de semanas invité a Carolina a comer en el Casal y nos pegamos un festín de los buenos. De primero nos trajeron un escabeche de cabrito, asunto que nunca antes había probado, y que me impresionó de manera muy positiva. De segundo pedimos el bacalao al horno, y eso fue como llegar por fin al oasis que uno lleva muchos días buscando entre las dunas. No es fácil encontrar buen pescado (a buen precio) en Buenos Aires; por más que sea una ciudad portuaria, parece que hace tiempo que vive de espaldas al puerto y al mar (o río). En defensa de Buenos Aires, cabe decir que conozco un buen número de ciudades que padecen de un síndrome de negación de sí mismas parecido. Bueno, esa excelente comida iba regada con un “San Felipe malbec Roble” bastante decente (y barato, comparado con el resto de la carta de vinos). Después, postre y café, aunque creo que el menú pone postre O café.

El edificio del Casal también tiene su interés. Es de 1890, aunque la fachada, en un estilo modernista catalán, diseñada por Eugeni Campllonch y Julián García Núñez, es de 1936. Sobre ella dijo Manuel Iricíbar, entonces intendente de Buenos Aires: “¡Es una combinación de Gótico, Gaudí y Confitería El Molino!” Por cierto, Julián García Nuñez (1875-1944) estudió en Barcelona con “Lluís Domènech i Montaner”: uno de los grandes arquitectos del modernismo catalán.

Antes de irnos, echamos un vistazo al Teatro Margarida Xirgu y pasamos por la oficina del Casal. Ahí nos informaron que hacerse socio cuesta sólo $11 al mes, que no es caro. Además los socios pueden pedir libros prestados de la excelente biblioteca. Creo que me apuntaré como socio (si me admiten, claro), y lo primero que haré será sacar L’Aperitiu, una colección preciosa de los artículos semanales que escribió Josep Maria de Sagarra en la revista La Publicitat y Mirador en los años 20 y 30. Lo segundo será un libro que me apetece mucho releer, uno de mis favoritos de todos los tiempos: El que hem menjat, de Josep Pla.

Sobre la biblioteca escribiré más adelante, cuando la haya explorado con mayor detenimiento, en la serie sobre bibliotecas singulares.

De cómo una orden de Bolívar le cuesta la vida a misioneros catalanes

Tomado de Historia de la revolución de la República de Colombia en el América Meridional
por José Manuel Restrepo

Entre tanto el Libertador había tomado varias disposiciones en su cuartel general cerca de Angostura : una de ellas fue reorganizar el ejército, haciendo dos divisiones : era jefe del estado mayor general el brigadier Carlos Soublette. Confirió el mando de la primera división á Piar, elevándole al alto puesto de general en jefe, y el de la segunda al general José Francisco Bermúdez. En seguida levantó el campo del Juncal y ocupó los alrededores de Angostura. Tal era el estado de los negocios del sitio, en que poco se había adelantado por la falta de medios y recursos para batir las fortificaciones y la escuadrilla real, que enteramente dominaba el Orinoco. En estas circunstancias se supo en Angostura el arribo de Morillo con su ejército al Chaparro, donde se había reunido con la división de Aldama. Se dijo como cierto en Guayana, y había motivos para creerlo, que Morillo destinaba una fuerte división de sus tropas para libertar la provincia de Guayana de la presencia y ataques de los republicanos. En consecuencia el jefe del estado mayor general dio la orden de que los veinte ó veinte y dos capuchinos misioneros catalanes que se hallaban reunidos y supervigilados en Caruache, fueran conducidos á otro pueblo del interior de las Misiones, llamado la Divina Pastora; traslación que se ejecutaría en el caso de un ataque de parte de los realistas. El oficial encargado de su custodia, que ignoraba la geografía del país, entendió que se le prevenía los enviara á la eternidad á gozar de la Divina Pastora, ó la Virgen María, y resolvió deshacerse de una vez de ellos, matándolos sin piedad.

Verificóse aquella sangrienta ejecución (mayo) por una partida de Indios de los mismos que los capuchinos habian sacado de los bosques y medio civilizado, los que, según hemos dicho anteriormente, detestaban á los misioneros. El oficial confiaba acaso que disculpándose con 1an torpe equivocación, Bolívar, después de la matanza, no le baria cargo alguno. Por desgracia para el honor del Libertador, el oficial no se engañó en sus cálculos, y quedó impune tan horrendo crimen (i). Solo tiene la disculpa de la justa irritación que se había apoderado entonces de los patriotas por las sangrientas ejecuciones de Morillo en la Nueva Granada, y por las de sus jei'es y oficiales subalternos de Venezuela. Creían firmemente que los realistas europeos eran semejantes á las bestias feroces, y que no había otro remedio que destruirlos. Distinguíanse los capuchinos catalanes entre sus compatriotas por su oposición á la causa de la Independencia, y se creyó que enviándolos ala eternidad, los Indios de las Misiones del Caroní la adoptarían con vigor, libertándolos de la presencia de los misioneros, á quienes veían como á sus opresores, á causa de la disciplina severa en que los habían mantenido para civilizarlos y morigerar sus costumbres. Parece que así sucedió, y que los Indios caroníes fueron soldados valientes en el ejército republicano.

La 'ley de nietos' registra ya 24.000 peticiones en Cuba

MAURICIO VICENT - La Habana -

A diferencia de países como Argentina, donde al entrar en vigor la Ley de Memoria Histórica se anunció una avalancha de solicitudes para acceder a la nacionalidad que seis meses después no se ha cumplido, en Cuba la llamada ley de nietos sigue arrasando. Desde el 29 de diciembre hasta el pasado 15 de julio, el Consulado español en La Habana ha recibido 24.435 expedientes de cubanos con un abuelo español y derecho a la ciudadanía. Alrededor de 8.000 casos ya han sido aprobados.

Cuba, con 11 millones de habitantes, bate récords por razones obvias. Disponer de un pasaporte español en la isla representa la posibilidad de viajar, y viajar, la posibilidad de progresar o de empezar una nueva vida. Desde marzo, el consulado tiene previstos 325 turnos diarios para los solicitantes, que se elevarán a 425 a partir de octubre.

Hasta la fecha, las citas concertadas por cubanos para entregar la documentación se elevan a más de 165.000.

En un principio se estimó que con la entrada en vigor la Ley de Memoria Histórica unos 250.000 cubanos podrían optar a la nacionalidad española o recuperarla, contando con la prórroga de un año de la ley.

Los hechos parecen demostrar que esta cifra será inferior, pero muy por encima de la de Argentina. En el país sudamericano, con una población de 40 millones de habitantes, se calculaba que entre 400.000 y 600.000 personas podrían reclamar la nacionalidad. Solamente 10.000 lo han hecho en seis meses y medio.

En La Habana, la tasa de incomparecencias a las citas es del 30 %, a lo que hay que sumar los expedientes aparcados por falta de algún documento sustancial. "En total, esto reduce un 50% el número de expedientes que entran en el sistema diariamente; de seguir así, en los dos años de plazo establecido podrían tramitarse unos 100.000 casos", asegura una fuente consular.

Con la prórroga de un año que contempla la ley podrían tramitarse otros 50.000 expedientes, lo que arrojaría un total de 150.000 nuevos españoles. Todo dependerá de la rapidez con que los registros cubanos entreguen a los solicitantes los documentos requeridos.

El ritmo hasta ahora es muy lento, sobre todo en las oficinas de Inmigración, que han de aportar un documento básico: la certificación que hace constar que la persona siempre estuvo inscrita en los registros como española, o la que demuestra que el abuelo del solicitante nunca se hizo cubano, acompañada de otras pruebas. Dicho documento es imprescindible y el promedio de tiempo para obtenerlo puede superar los cinco meses.

No es un secreto que las autoridades cubanas ven con recelo la llamada ley de nietos. De hecho, no hay militantes comunistas entre los candidatos a adquirir la ciudadanía española. El Gobierno de La Habana, además, hizo saber a España su malestar porque la demanda de documentos ha sobrecargado los registros cubanos.

El problema se agravó en abril, y para solucionarlo ese mes viajó a la isla Javier Elorza, secretario general de Asuntos Consulares y Migratorios. Finalmente, las autoridades españolas aceptaron ser flexibles con los documentos a exigir -por ejemplo, se acepta el certificado de nacimiento en extracto y sólo se pide el certificado de soltería en casos excepcionales- y condescendientes con los plazos.

Como en otros países latinoamericanos, en Cuba sólo el 2% de los reclamantes son nietos de exiliados políticos. La inmensa mayoría son personas que se benefician de la posibilidad que ofrece la nueva ley a nietos de emigrantes que no perdieron la nacionalidad antes de nacer sus hijos fuera de España.

A diferencia de Argentina, en el caso cubano, dada la situación económica y política y las considerables dificultades que la gente encuentra para viajar, todo parece indicar que la Ley de Memoria Histórica será apurada al máximo.


las farsas catalanas origen de las diabladas del altiplano peruano - boliviano

Noemí Peltier y Karen Schwarz fueron a las islas Bahamas a buscar un sueño: ser la nueva Miss Universo. La primera representa a Bolivia; la otra, a Perú. Estaban solo preocupadas por dorarse al sol y por los masajes láser en su cuerpo, la rutina del gimnasio, el riguroso blanqueo dental, los tratamientos de piel, el protocolo y la oratoria. Hasta que ocurrió algo insólito y quedaron envueltas en un conflicto diplomático entre dos países con un mismo origen andino.

Los gobiernos de Evo Morales y Alan García acababan de sellar la paz en un litigio de trasfondo ideológico que había llegado a su pico de tensión semanas atrás, con la revuelta de los indígenas de la Amazonía peruana. Pero la calma duró poco. La decisión de la miss peruana de desfilar en el certamen con un traje típico que recuerda la diablada, una danza del altiplano, fue calificada de «despropósito» ofensivo por las autoridades de Bolivia.

Apropiación indebida

El ministro de Cultura boliviano, Pablo Groux, anunció que su país impugnará a Schwarz ante los organizadores de Miss Universo por «apropiación indebida del patrimonio» boliviano al usar una indumentaria «que no corresponde estrictamente a Perú». A lo que el ministro de Exteriores peruano, José Antonio García Belaúnde, respondió: «la cultura del altiplano es una sola». Y, detrás suyo, vino el Instituto Nacional de Cultura Peruana (INC) a señalar que la danza es compartida por Perú, Bolivia y Chile.

Los bailes de la diablada deslumbran por su colorido cinético. Los danzarines se esconden detrás de máscaras adornadas con víboras, lagartos y sapos. Son, de acuerdo con la tradición, mortales que ocultan su vergüenza y sus pecados en tiempos que anteceden a la Cuaresma y que permiten todo tipo de licencias. Para los bolivianos, la diablada en estado de máxima pureza solo tiene lugar en el carnaval de Oruro. Los peruanos, en cambio, sienten que es parte fundamental de la fiesta de la Candelaria, en Puno, a orillas del lago Titicaca que comparten con su vecino boliviano. Y por eso, en el 2003, la declararon Patrimonio Cultural de la Nación.


El origen de la diablada no es muy claro. Para algunos especialistas, se trata de una adaptación folklórica de las farsas catalanas que se originaron en 1150 y en las que un grupo de diablos liderado por Lucifer peleaba contra el arcángel Miguel. Esa tradición habría llegado a lo qu
e hoy es Bolivia con el cura Ladislao Montealegre. Pero no faltan quienes sostienen que la diablada es una forma de simulacro que permitió a los pueblos indígenas seguir adorando a sus deidades andinas bajo la excusa de un drama cristiano.

Lazos históricos


Hubo un tiempo, entre 1836 y 1839, que Perú y Bolivia formaron un solo Estado, la Confederación Peruano Boliviana. Pese a su brevedad, el experimento da cuenta de los profundos lazos históricos, políticos y culturales que unen a los dos países. Antes de pelearse por el traje de una miss, Lima y La Paz lo hicieron por el charango, un instrumento parecido a la bandurria y cuya caja se construye con el caparazón del armadillo.

Los bolivianos aseguran que el charango nació en el siglo XVI en la ciudad de Potosí. Por eso, el Gobierno de Morales lo consideró patrimonio cultural. El Instituto Nacional de Cultura de Perú hizo inmediatamente lo mismo, remarcando el linaje «panandino» del instrumento. Charanguistas de uno y otro país se declararon en guerra retórica. La Sociedad Boliviana del Charango reclamó a Morales una ley sobre el instrumento, emisión de estampillas, nominación de calles y un festival premiado con un charango de oro.

Nada de esto interesa a las reinas de la belleza.
«Lo único que quiero es ganar», dijo Schwarz, consultada sobre la controversia. «Llegó el momento que tanto esperé», dijo a su vez Peltier. Lo que las une es el deseo de llegar a la final del 23 de agosto, con o sin traje típico.