Investigamos y promovemos el acercamiento entre las culturas catalana y americanas, dándolas a conocer al público en general.

El 6% de los catalanes en el exterior vive en México

Francia, Argentina, Alemania, Andorra y México son los países donde hay más emigrantes procedentes de Cataluña

El grueso de los que se han ido a vivir fuera proceden de municipios del Área metropolitana de Barcelona




Los catalanes que viven en el extranjero aumentan y ya son 221.444. Durante el año pasado, el número de catalanes registrados en los registros consulares aumentó en 18.194 personas, que suponen un 9% de aumento respecto a 2012, según ha informado hoy el Idescat. En este caso, se entiende por catalán una persona de nacionalidad española (puede tener doble nacionalidad) cuya última residencia fue un municipio ubicado en Cataluña. Esta estadística no registra, pues, a los extranjeros que emigraron a Cataluña y han vuelto, si no llegaron a conseguir la nacionalidad española.

Del total de catalanes que viven en el extranjero, la mitad (50,3%) viven en el continente americano y muchos ellos son hijos de inmigrantes que han regresado al país de origen de sus padres. El 43,3% de los catalanes que viven en el extranjero residen en Europa. La presencia es minoritaria en Asia (2,2%), África (1,1%) y Oceanía (1%).

Por países de destino, Francia es el país donde viven más catalanes (28.497) y Argentina es el segundo (24.919). Alemania es el tercero (14.164), Andorra es el cuarto (13.875) y México el quinto (13.123). Otros países donde viven más de 10.000 catalanes son Estados Unidos, Suiza, Venezuela, Brasil y Reino Unido.

El Idescat subraya en su nota informativa que, del total de catalanes que viven fuera, el 51,4% son personas que nacieron en el mismo país donde residen. Este porcentaje alcanza el 67,9% en el caso de los nacidos y residentes en América Latina, un dato que el organismo interpreta que corresponde personas que emigraron de sus países, vivieron y trabajaron en Cataluña, consiguieron la nacionalidad y con la crisis han regresado.

Por edad, la media de los catalanes que viven en el extranjero es de 40,1, un año y medio más jóvenes de la población que reside en Cataluña. Por sexo, hay un ligerísimo predominio de mujeres: 99 hombres por cada 100 mujeres.

Respecto a la procedencia de los que se marchan de Cataluña, de los algo más de 220.000, 158.671 provienen de municipios del área metropolitana. Les siguen los que vivían en las comarcas de Girona, Tarragona, Lleida y las centrales.


Rafael Correa llena el Fòrum de Barcelona

El presidente de Ecuador congrega a 3.000 compatriotas en su primer día de visita a Barcelona

El avión del mandatario llegó cinco horas tarde por una avería

El País 

Rafael Correa, presidente de Ecuador, cantando ayer durante el acto, en Barcelona. / CONSUELO BAUTISTA

La lluvia no logró disuadir a los cerca de 3.000 ecuatorianos que acudieron ayer al auditorio del Fòrum para oír a su presidente, Rafael Correa, en la ya tradicional reunión que hace el mandatario con sus compatriotas durante sus visitas oficiales a España. El discurso del presidente no empezó hasta las nueve de la noche, a pesar de que la cita era a las seis de la tarde porque su vuelo tuvo un retraso de cinco horas por una avería. Correa ofreció su apoyo para superar la crisis al colectivo inmigrante. Recordó las medidas tomadas por su Gobierno para evitar desahucios en Ecuador, después de que bancos extranjeros intentaran cobrar en el país las deudas contraídas por sus ciudadanos en el exterior. También resaltó el avance que su país ha vivido en materia de educación, con proyectos como la Ciudad del Conocimiento.

El mandatario vivió un verdadero baño de masas. Bailó hasta pasadas las once de la noche y subió al escenario a cantar un par de canciones. Solo hubo algunos episodios tensos en los que respondió a gritos aislados de reproche de algunos asistentes con frases como: "¡Cállese que está hablando el presidente de la República!" y "A esto lo llaman en Ecuador democracia, cuando en realidad es mala educación. Es lo que tenemos que mejorar". "Reelección" era el grito más repetido por un público que siguió al mandatario hasta el baño, que tuvo que ser acordonado mientras este lo usaba. Incluso ahí, dos operarios de limpieza ecuatorianos no pudieron resistirse a pedirle una foto.

Los asistentes eran recibidos en el recinto por jóvenes que repartían guantes de látex negros sin más explicación que: "Coja la mano sucia de Chevron". Es el nombre de una campaña del Gobierno de Correa para defender la sentencia de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador, que condena a la petrolera a pagar una indemnización de cerca de 7.000 millones de euros por los daños causados al medio ambiente entre 1964 y 1992.

Lejos de la polémica, los asistentes se ponían los guantes con alegría y ondeaban sus banderas tricolor hasta el auditorio. Algunos venían desde Lleida o Valencia. La entrada era libre y hasta completar el aforo. Pero Correa, el único presidente ecuatoriano que ha conseguido acabar su mandato desde 1996, no solo atrae a sus compatriotas: banderas argentinas y alguna boliviana se podían ver en la sala. Y unos pocos españoles también acudieron a conocer al presidente ecuatoriano, como Juli Sánchez, un catalán de 65 años que asegura que le "encanta" el presidente y su política.

A pocos pareció importarles el retraso. Sentado en su butaca, Washington Gallo, de 63 años, esperaba con paciencia su cuarta cita con el mandatario. "Su idealismo", responde con rapidez y sin titubeos a la pregunta de qué le gusta de Correa. "Hasta que vino él ningún presidente se había preocupado de hacer cosas por el pueblo", añade. Lleva 14 años en España y ya le ha puesto fecha de caducidad a su condición de inmigrante: 2016, su año de jubilación.

De los 72.910 ecuatorianos empadronados en Barcelona en enero de 2007 solo quedaban 36.718 a inicios de este año. La crisis y los recortes sociales hacen que cada día sean más los que se plantean volver a cruzar el océano. Como Amada Velástegui, de 67 años, que hace pocos meses regresó de un viaje de "reconocimiento". Tiene una pensión "muy pequeña" que planea compaginar en Ecuador con algún negocio. "Me puse mal del estómago y fui al hospital. ¡Me atendieron gratis! ¡Hasta la medicina! Para mí fue una sorpresa porque allí toda la vida ha habido que soltar cash [pagar]", explicó. "En diciembre me voy", concluyó.

Correa será hoy investido doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona. Luego viajará a Madrid, donde se reunirá con Mariano Rajoy y el Rey Juan Carlos I para luego viajar a Italia, donde se encontrará con la comunidad ecuatoriana en Génova, la más numerosa en ese país, y asistirá a la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.


Rafael Correa es investido ‘honoris causa’ por su política de reducción de desigualdades

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Rafael Correa es investido doctor 'honoris causa' por la UB. / Toni Albir (EFE)


El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha sido investido este miércoles doctor honoris causa por la Universidad de Barcelona (UB) en reconocimiento a sus políticas económicas alternativas, que han conseguido sacar de la crisis y reducir la pobreza, el desempleo y las desigualdades en su país.

Correa ha recibido de manos del rector de la UB, Dídac Ramírez, el birrete, el anillo y los guantes blancos, símbolos del doctor honoris causa, en una solemne ceremonia de investidura y ha agradecido la distinción tras calificar de "héroes" a los emigrantes que han enviado sus remesas de millones de euros al país cuando éste estaba sumido en una profunda crisis.

El presidente ecuatoriano ha desgranado durante casi dos horas los logros de su gobierno en materia educativa, económica, social y medioambiental con la aplicación de una "economía no ortodoxa pensada para las personas, no para las élites". El mandatario, que es economista, ha explicado cómo su país salió de la crisis aplicando una política económica y social completamente distinta a la que se lleva a cabo en Europa, que, según ha dicho, sólo legitima "el poder de las élites".


Luto en la tierra y en Macondo

En la Barcelona de las Indias

Los recuerdos del ‘sabio catalán’ y la presencia de su agente llevaron a Gabo a vivir siete años en la ciudad


Plaza Cataluña, 1970. Un joven y aún no tan exitoso García Márquez en sus años barceloneses. / efe
“¿Sabe de alguien a quien puedan interesarle dos pieles de caimán?”. Al entonces responsable de las páginas literarias de la seria revista Destino, Joaquim Marco, le pareció una pregunta de realismo mágico, como entresacada de ese Cien años de soledad, cuya primerísima reseña acababa de publicar Pere Gimferrer en 1967 en el semanario. La agente Carmen Balcells les había dejado leer en un mecanoscrito “con un centenar de correcciones del propio autor; nada trascendente”, recordaba ayer el ya retirado catedrático de literatura de la Universidad de Barcelona.

Marco fue de los primeros en España en hablar de las novelas de García Márquez y ello explica que el escritor, un poco perdido, le convocara apenas llegó el 4 de noviembre de 1967 con su mujer y sus dos hijos pequeños. “Era un piso provisional, de alquiler, por la zona de la plaza Lesseps, en el barrio de Gràcia, con muebles tronados”, recuerda Marco. Sería algún otro más así: Gabo llegó sin blanca porque no había podido sacar dinero de su país y sus Cien años de soledad, publicado hacía poco más de cinco meses en Argentina, si bien había vendido en 15 días los 8.000 ejemplares de su primera edición y se había iniciado una reimpresión de 10.000 más, aún no había estallado.
A Barcelona lo había dirigido un cóctel extraño de circunstancias, como todo en la vida del niño marcado de historias de Aracataca: por un lado, el recuerdo del escritor Ramón Vinyes, el famoso “sabio catalán” de su novela, que le llenó de lecturas y de la imagen de una ciudad cargada de una burguesía supuestamente culta que apoyaba a genios como Gaudí mientras los anarquistas lideraban el movimiento obrero. También estaba la idea de intentar arrancar una nueva novela sobre un viejo dictador sudamericano y qué mejor que vivir de cerca el espectáculo de un sátrapa, al parecer, al final de su vida y de su poder como Franco. La tercera razón era la más poderosa: Balcells, que había olido el talento de Gabo, quería dar a su pupilo el caldo de cultivo material idóneo para que el colombiano hiciera lo que tenía y sabía hacer: escribir.

Le acabó encontrando acomodo en uno de los mejores barrios de Barcelona, el tranquilo Sarrià, en un espacioso piso de la calle Caponata, 6. Casi en la esquina, en Osi, 50, aterrizarían los Vargas Llosa. Los dos hijos de Gabo, que estudiarán en el inglés Kensington School, se harán muy amigos de los dos de Vargas Llosa y, cuando también bajan desde más arriba de la ciudad, con Pilarcita Donoso, fiel reflejo de la gran amistad de las tres familias, que con cualquier pretexto quedan a comer o a cenar.
Cuando no está encerrado escribiendo enfundado en un terrible mono azul de mecánico, Gabo suele dar paseos eternos por la ciudad con Vargas Llosa y hasta comentan juntos las noticias de Le Monde, muchas veces en la cercana de casa y famosísima Pastelería Foix, regentada por el ínclito poeta catalán.

Barcelona parece un imán de autores sudamericanos: si no vienen solos es el mismo Gabo, quien convoca a los “primos de París”: Julio Cortázar y Carlos Fuentes, que suele llegar con su hija Cecilia. El anfitrión primero, Gabo, les lleva al cercano bar Tomás, especialista en tapas, pero a la que puede se va al centro, a la Barcelona un poco más canallesca de los locales de Los caracoles o Los tarantos.

Vinculados a esa Barcelona más abierta y cosmopolita de la burguesía de la Gauche Divine vía el editor Carlos Barral se dejará caer, aunque menos, en locales como la discoteca Boccaccio y la tortillería Flash Flash, ambientes que les darán para cruzarse con, entre otros, Juan Marsé, dos bellas “musas”, como las define, como Rosa Regás y Beatriz de Moura y los hermanos Goytisolo. En casa de uno de estos, de Luis, pasarán la Nochevieja de 1970, con los Vargas Llosa obsequiando con un valsecito peruano y los García Márquez correspondiendo con un merengue tropical.

De Cien años de soledad se han vendido ya 600.000 ejemplares, gracias a las gestiones de Balcells, que en 34 meses había colocado la obra de aquel semidesconocido en 20 países. También ella se encargará de lo más prosaico: desde pagar cuentas a encargarse de facturas domésticas a organizar las vacaciones familiares de todos, pasando por “asistir a los partos o tapar y censurar amoríos, consolar a cónyuges e indemnizar amantes”, como escribiría Vargas Llosa.

Se notaba ya en el estatus de Gabo y su familia la eclosión internacional del escritor, que se permitían el lujo de encargar la redecoración de su piso al reputado arquitecto Alfonso Milà; la mujer de Donoso recibía trato preferencial en la clínica Dexeus por ser la esposa del autor de Coronación pero también por ir acompañada de la mujer del autor de Cien años de soledad, libros ambos leídos por el reputadísimo ginecólogo Santiago Dexeus. Los niños, Rodrigo y Gonzalo, lucen jerséis de buena lana inglesa y como sea que les quedan pequeños y hay buen rollo, va a parar muchas veces a la hija de Donoso. García Márquez adquiere un notable aparato de alta fidelidad con el que el escritor se relaja escuchando a Béla Bartók y corre a las cuatro de la tarde las cortinas de la sala “porque es demasiado temprano para tomar güisquis y a mí me gusta tomarlo cuando comienza a estar oscuro”, como recordaría José Donoso. Gabo y su familia estaban bien en Barcelona. “Siempre nos decía que cogiéramos un avión y nos plantáramos en Barcelona, que la ciudad era lo más parecida a nuestra Cartagena y la gente, de lo más amable”, reveló su padre cuando Gabo ganó el premio Nobel en 1982.

Si la vida cotidiana le era placentera, no lo fue tanto la literaria. El futuro El otoño del patriarca se le resistía y temía haberse secado tras escribir la gran novela. “Mi nuevo libro es una mierda... y tampoco logro que haga calor en él”, decía agobiado también por los golondrinos que le provocaban la humedad veraniega de la ciudad. Pero, trabajador infatigable, la acabó, justo para la fiesta de despedida a los Vargas Llosa que acogió Balcells el 12 de junio de 1974. No tardarían mucho en marchar ellos, solo para volver para algún libro, visitar de incógnito su agente y, en 2005 para una reunión del Foro Iberoamericano.

Barcelona hizo mella: ahí dejó de fumar los 40 cigarrillos diarios y, con los años, se compraría un piso en el exclusivo paseo de Gràcia, cerca de la maravilla gaudiniana de La Pedrera. Quizá como homenaje a las historias (siempre los recuerdos), del sabio catalán.

El intelecto emigra a Sudamérica

El País
Elisa Silió
12 de abril de 2014

Profesores universitarios españoles que han buscado trabajo en Chile. / Rafael López


Tras la Guerra Civil cientos de intelectuales españoles se instalaron en las universidades mexicanas huyendo de la persecución política. Y en 2014, otros cientos están haciendo las maletas para ocupar puestos docentes sobre todo en las facultades de Ecuador y Chile. Las ofertas laborales probablemente se abrirán pronto a otros países de la zona en pleno desarrollo económico y con una gran población sin formación. Entre 1970 y 2000 los jóvenes se duplicaron (de 72 a 144 millones) pero ese crecimiento se va a estabilizar. Aunque el porcentaje de ciudadanos con estudios terciarios no para de subir. En Perú se han multiplicado por 2,3 en grado y por cinco en posgrado en 14 años.

“Cada vez más países están dedicando las regalías —sobre todo de los recursos energéticos— a Educación y a Ciencia. Brasil, Colombia, Paraguay, Ecuador...”, cuenta Juan Carlos Toscano, de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación (OIE). “Mientras, Argentina, con su programa Raíces, intenta recuperar investigadores”. Toscano considera que España ha dejado de ser el ejemplo de evolución del sistema universitario. “Eran miméticas en los años noventa, cuando se descentralizaron en España las universidades. Los modelos económicos son distintos y ahora lo adaptan a sus países”.

A la hora de reclutar profesorado se mira hacia España por el dominio de la lengua. “Es positivo que nuestros doctores e investigadores estén tan reconocidos internacionalmente, demuestra que aquí se recibe una gran formación”, opina Manuel José López, presidente de la Conferencia de Rectores. “Pero, por otro lado, asistimos a la fuga del talento de nuestras universidades. La tasa de reposición (solo se suple una de cada 10 jubilaciones) está ahogando a los jóvenes”. Desde 2008 se ha incrementado en un 35% las tesis leídas en España, un número de doctores inasumible para los claustros universitarios.

Los salarios latinoamericanos, a partir de 1.600 euros, resultan imbatibles frente a los españoles. Máximo Juan Pérez, del departamento de Empleabilidad de la Autónoma de Madrid, recuerda que en los primeros años de la crisis los doctores se marchaban a Alemania o Reunido Unido —en especial los de Ciencias— pero ahora las salidas laborales proliferan al otro lado del Atlántico.

En China las universidades solo cubren el 30% de clases de español porque apenas hay 600 profesores. Es, por tanto, otro buen nicho de empleo, pero las diferencias culturales hacen el destino menos atractivo que Sudamérica. En Brasil el idioma supone una barrera para los docentes pero, según el Anuario del Instituto Cervantes, se necesitan 20.000 profesores de español para todas las etapas educativas.


Barcelona firma alianza con Ruta N en Medellín


Santiago Cárdenas | Medellín | Publicado el 8 de abril de 2014



El alcalde de Barcelona, Xavier Trías, inauguró este martes el stand comercial de la ciudad en el pabellón de exposiciones del Foro Urbano Mundial que se lleva a cabo en Plaza Mayor. Trías hizo un anuncio muy importante, y es la firma de una alianza con el programa de la Alcaldía de Medellín Ruta N.

“Estamos felices en Medellín y estamos aprendiendo mucho de ella. Yo creo que todos estamos de acuerdo en que tenemos que darle fuerza a las ciudades, aunque desgraciadamente no nos hacen caso. Y son las ciudades las que son capaces de sacarnos de situaciones de crisis para el desarrollo económico y social”, afirmó Trías.

Trías hizo parte de la asamblea de alcaldes de varias capitales del mundo y a las 3:00 de la tarde expondrá sobre la experiencia de Barcelona en temas como la movilidad y el desarrollo sostenible en el Foro Urbano Mundial.

“Barcelona es una ciudad de éxito, con una marca exitosa. Y esto nos hace reflexionar como hacemos para crecer con ciudades equitativas amigables con el medio ambiente. Queremos bienestar y para con las personas, queremos una ciudad solidaria y que comprenda que hay parámetros básicos de productividad”, afirmó Trías.