Investigamos y promovemos el acercamiento entre las culturas catalana y americanas, dándolas a conocer al público en general.

Observatorio de los bicentenarios - Elcano

A partir de 2008 y a lo largo de más de 15 años, las repúblicas latinoamericanas conmemorarán los bicentenarios de su independencia de las coronas ibéricas. Se trata de unas celebraciones cuyo protagonismo recae fundamentalmente en los países de América Latina, pero a las que España, en virtud de sus tradicionales lazos históricos, culturales y lingüísticos, y dada la importancia de sus relaciones actuales, quiere sumarse. Para ello, piensa asociarse a algunas iniciativas impulsadas desde diversos ámbitos sociales destinadas a acercar más las dos orillas del Atlántico.

El 4 de mayo pasado, el Consejo de Ministros creó la Comisión Nacional para la Conmemoración de los Bicentenarios, encargada de implementar el programa de actividades conmemorativas. Esta Comisión, de la que forma parte el Real Instituto Elcano a través de su presidente, Gustavo Suárez Pertierra, tiene como finalidad la preparación, programación, organización y coordinación de todo tipo de actividades para conmemorar estos acontecimientos, impulsando y coordinando las acciones que se lleven a cabo desde las Administraciones Públicas, así como desde otras privadas. Preside la Comisión, en calidad de embajador extraordinario plenipotenciario, el ex presidente del Gobierno Felipe González, figura de gran prestigio en España y América Latina.

Elcano y los Bicentenarios

La actuación del Real Instituto Elcano en relación a los Bicentenarios no se agota en la Comisión Nacional. El Instituto cuenta con un plan de actuación propio a través del cual, y en colaboración con otras instituciones, pretende participar en las celebraciones fomentando –en su calidad de Centro de Estudios Internacionales y Estratégicos–, el diálogo y la reflexión para impulsar el acercamiento de las visiones sobre nuestro pasado común y las relaciones presentes y futuras entre España y América.

Dentro de este plan más amplio de actividades, que incluye conferencias, seminarios y mesas redondas, además de publicaciones monográficas, presentamos este Especial, pensado como un observatorio desde el que mirar, dar a conocer y poner en común las propuestas y debates sobre la temática de los Bicentenarios que vayan surgiendo. Para ello hemos diseñado una sección de fichas–país, con amplia información y análisis de la independencia de los diferentes países así como actos y otras iniciativas públicas de conmemoración. Igualmente, incluimos una sección de noticias, bibliografía y enlaces seleccionados a través de los cuales queremos ofrecer a nuestros lectores toda la información y herramientas de análisis que se vayan produciendo desde ahora y en los próximos años.

Calendario de las independencias

Países

Fechas de la independencia


Fecha festejos de la independencia

Otras fechas de independencia

Argentina

25 de mayo de 1810
(Primer Gobierno Patrio)

9 de Julio de 1816
(Declaración de la Independencia)

Bolivia

5 de mayo de 1809
(Grito de Independencia en la antigua ciudad de Chuquisaca, hoy Sucre)

Brasil

7 de septiembre de 1822
(Declarada)

29 de agosto de 1829 (Reconocida)

Chile

18 de septiembre de 1810
(Primera Junta)

18 de septiembre de 1810
(Primera Junta)
12 de febrero de 1818
(Declaración de la Independencia)

Colombia

20 de julio de 1810
(Declaración)

7 de agosto de 1819
(Definición)

Costa Rica

15 de septiembre de 1821

1 de julio de 1823
(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y de cualquier otra nación)

Ecuador

10 de agosto de 1809

24 de mayo de 1822
(Batalla de Pichincha)

El Salvador

15 de septiembre de 1821

1 de julio de 1823
(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y de cualquier otra nación)

Guatemala

15 de septiembre de 1821

1 de julio de 1823
(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y de cualquier otra nación)

Honduras

15 de septiembre de 1821

1 de julio de 1823
(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y de cualquier otra nación)

México

16 de septiembre
(Grito de independencia)

27 de septiembre de 1821
(Declaración de la Independencia)

Nicaragua

15 de septiembre de 1821

1 de julio de 1823
(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y de cualquier otra nación)

Paraguay

14 de mayo de 1811
(Alzamiento militar)

3 de octubre de 1813
(celebración del Congreso)

Perú

28 de julio de 1821

9 de diciembre de 1824
(consolidada – Batalla de Ayacucho)

Uruguay

25 de agosto de 1825

28 de agosto de 1828
(reconocida – Convención Preliminar de Paz)

Venezuela

5 de julio de 1811
(Firma del Acta de Declaración de Independencia)

Postales Bicentenarias Chilenas

En conjunto con Chilevisión, Fundación Futuro creó estas 200 Postales (audiovisuales de 40 segundos) en los que se busca retratar el alma de Chile desde que este se convirtió en una República independiente hasta nuestros días.

Episodios bélicos, deportivos, culturales, épicos, jurídicos, televisivos, religiosos, militares, de conquista, policiales, sociales, políticos, anecdóticos, que han constituido al Chile que es hoy.

Entre las 200 Postales, se dejan ver tanto eventos que han hecho encontrarse a los chilenos como habitantes de una misma tierra, que les llenan de orgullo y satisfacción y que les han engrandecido como otros que les han desunido y que definidamente les avergüenzan.


La Nova Tradicional, lo mejor del acervo tradicional cubano

David Vilar
Tribuna Latina

El verano del año pasado tres cubanos afincados en Barcelona decidieron crear La Nova Tradicional, un grupo musical con el que recuperan el son popular y tradicional de su isla. Tras sacar adelante con escasos recursos su primer álbum, 'El rayo', ahora llega el turno de mostrarlo en directo junto con lo mejor de su repertorio.

Su calidad les ha llevado a ser programados dentro del prestigioso festival de cantautores BarnaSants 2010, de la capital catalana, y serán de los primeros en 'abrir fuego'. Mane Ferret, Carlitos Lage y Dono Arango se presentarán en la sala Luz de Gas de la capital catalana el domingo 17 de enero (21:30 h.), en el que será el tercer concierto del BarnaSants tras el inaugural del cantautor Cesk Freixas en el Auditori (viernes 15 de enero, 21:30 h.) y el que ofrecerán Miquel Gil y Manel Camp, junto con un trío de jazz, también en el Luz de Gas (sábado 16 de enero, 21:30 h.).

En 'El rayo', La Nova Tradicional recupera el son, el bolero, el danzón, la habanera y la bossanova en siete canciones que añaden así a un extenso y rico repertorio que también incluye algunos temas de antiguos compositores populares. Lograron grabar este álbum-debut gracias a una beca que obtuvieron de la Casa de la Música Popular de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), con cinco días de grabación en la sala Salamandra.

Al trío original que forma el grupo, se añadieron posteriormente el tresero Yuri Olay, el percusionista Carlitos Reyes 'Compota' y un 'baby bass' que maneja Robin Reyes, constituyéndose de esta manera La Nova Tradicional como un sexteto.

Ahora es el turno de escuchar en directo el "acervo tradicional cubano, caribeño y latino, en alguno de sus diversos géneros" de La Nova Tradicional, como aseguran los propios artistas en su carta de presentación. Su concierto se enmarca dentro de uno de los ejes temáticos de la 15ª edición del BarnaSants, la vigencia de la "nuevísima Trova cubana", que también contará con la actuación de los cubanos Julio Fowler, Santiago Feliu y los trovadores Lien Rodríguez & Rey Pantoja.

La hora de los que "no pertenecemos"

Frente al espejo, la generación sándwich mexicana se cuestiona si tendrá un protagonismo o se conformará con ser sólo una bisagra.

Gabriela Warkentin 17/12/2009
El País
Especial Bicentenario


Y entonces, ¿a qué venimos al mundo los que ya andamos en los 40?

Dicen que para favorecer el surgimiento de ideas originales, personalidades transformadoras y escenarios provocadores, debe existir una generación sándwich, que signifique la ruptura.

Hace un par de días, en un diario mexicano, el historiador Enrique Krauze daba seguimiento a una serie de reflexiones sobre las generaciones que han gobernado este país. En esa colaboración se refiere a las actuales, con un texto que me inquietó por varios motivos; uno no menor porque según las afirmaciones ahí vertidas, pertenezco a una generación que no pertenece, con referentes deslavados, líderes desgastados y ante un horizonte más bien nublado.

El pasado nunca deja de hacernos cosquillas. Que te mudaran de país y te cambiaran de escuela a la mitad del año escolar, por ejemplo, te dejaba siempre con una extraña sensación de orfandad. O de no pertenencia. Se llegaba a un salón nuevo y ya no se estaba en el anterior. Al leer a Krauze, de golpe me reconocí en esa especie de no pertenencia, porque justo quedo fuera del grupo que nació entre 1950 y 1965 (al que Krauze califica de Generación de la Modernidad Fallida), y apenas rayo formalmente mi inclusión en la llamada Generación X (los nacidos entre 1966 y 1980). Por ende no me siento a plenitud en ninguno de los grupos, como que estoy y no. Quedamos en un limbo casi perpetuo.

Entre quienes nacimos a mediados de los 60, no han surgido en México liderazgos sobresalientes que estén revolucionando el entorno, ni ideas muy originales acerca de cómo inventarnos una historia un poquitín diferente. Nos tocó crecer en un país que tuvo a la crisis como discurso recurrente, que vivió intentos por insertarse en la "modernización globalizante", y que por los motivos que fuesen siempre terminábamos con la sensación de estar desandando el camino ganado. De la generación anterior nos tocó recibir respuestas autoritarias de quienes se decían poseedores de las verdades que nuestros ingenuos ojos no alcanzaban a ver. Hicimos nuestra lucha también, a pesar del desencanto de los que habían vivido u omitido las revueltas de los 60 y 70; porque sí, nos emocionamos con las rupturas de finales de los 80 y comenzamos a creer que la alternancia era viable. Cierto, en las artes se manifestaron voces que han sobresalido: el rock urbano de los 80, la narrativa de principios de los 90, la pintura y la gráfica de ambas décadas. Pero en la cosa pública, algo terminó desgastando el discurso. En entrevista con el New York Times, a raíz de la retrospectiva de su obra que se inauguró la semana pasada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Gabriel Orozco (que integraría también esta generación sándwich) resume bien el espíritu de la época: "Nunca fui un idealista. Nunca estuve en contra del mercado. Quise entenderlo. ... Nunca estuve siquiera en contra de la pintura, sino en contra de la forma en que las personas estaban pintando, porque me parecía aburrido".

"Los héroes están fatigados"; así aborda Marco Enríquez-Ominami su personalísima historia que lo tiene como protagonista del Chile de hoy. Este treintañero, que hace unos días logró poco más del 20% de los votos en las elecciones presidenciales chilenas, recorre, a partir de sus dos padres (el de apellido Enríquez, desaparecido tras el golpe militar, y el de apellido Ominami, que lo crió) el destino de los luchadores de la izquierda chilena que pasaron del triunfo a la persecución o a la integración. Dice Enríquez-Ominami, en un documental de narrativa fluida, que los héroes de antaño se transformaron en esclavos de la eficiencia. Y que en Chile se le había apostado a jugar mejor en una cancha pequeña, pero conocida. Veo después el vídeo de cuando este cineasta anuncia su decisión de lanzarse como candidato a la Presidencia de su país: un muchacho que se ve aún más joven de lo que es, con cabello largo, chileno a más no poder, la bandera de su país de fondo, y una mirada que comienza a saber dónde está parada. El día de las votaciones, Enríquez-Ominami, twitteó que había ido a la tumba de su padre, con su hija de 5 años. "Emocionante. Ahora a votar." No ganó, es cierto, pero a partir de un intenso debate con el pasado, este chileno pareciera estar demostrando que no se es joven por decreto ni por circunstancia biológica, sino por el atrevimiento de pensar que otro mundo es posible.

En la parte final de su texto, Krauze apunta que es difícil creer en los representantes de la Generación X sin saber qué país quieren, si es que acaso ellos saben qué país quieren. Y sugiere que, tras asumir la orfandad (de liderazgos, de visiones) esta generación encuentre con creatividad los caminos para lograr el cambio estructural que México requiere. Cierra: "Ésa es su tarea para el año entrante: el Año del Bicentenario."

Nunca me ha convencido del todo la clasificación generacional, sobre todo si se toma como destino manifiesto e ineludible -que no es el caso aquí. Los personajes más atractivos siempre han sido los que existen a pesar de. Pero, tal vez, y por no dejar, toca que nuestra generación sándwich sacuda un poco esta especie de zona de confort, y haga de su no pertenencia una fortaleza. Enríquez-Ominami termina el documental hablando a su padre con una frase lapidaria: "me temo que tu muerte no sirvió de nada". Yo temo que nuestra conciencia no sirva de nada, salvo que decidamos todavía imaginar que otro México, por ejemplo, es posible.

Si no, ¿para qué demonios venimos al mundo los que ya andamos en los 40?

Gabriela Warkentin es Directora del Departamento de Comunicación de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México; Defensora del Televidente de Canal 22; conductora de radio y TV; articulista.

De Inmigrantes a emigrantes

Edmundo Paz Soldán
Especial Bicentenario
Babelia. El País

El latinoamericano de las últimas décadas nace con una vocación emigrante. Pero los que se han ido han seguido construyendo la grandeza del continente.

Carlos Fuentes dijo alguna vez que los argentinos descendían de los barcos. Se refería a cómo la inmigración de fines del XIX y principios del XX transformó por completo el país austral. Argentina fue un extremo, pero en los otros países latinoamericanos la inmigración también fue fundamental. Hay comunidades italianas en Venezuela, croatas en Bolivia, japonesas en el Perú. El aporte de los inmigrantes puede encontrarse tanto en el sector político como en el empresarial, artístico, deportivo o gastronómico.

Algo cambió en las últimas décadas. Latinoamérica dejó de ser un importante centro de atracción de inmigrantes y se convirtió, más bien, en una región de gente muy dispuesta a emigrar a otras latitudes. Las razones son estructurales y tienen que ver, sobre todo, con las dificultades de muchos países del continente para crear fuentes de trabajo capaces de brindar oportunidades de desarrollo y crecimiento. En esto han fracasado en general tanto los proyectos políticos neoliberales como los de la izquierda. En algunos casos ha habido notables mejorías, pero éstas son más las excepciones que la regla.

El latinoamericano de las últimas décadas ya nace con una vocación emigrante. Está la emigración al interior de una nación, que ha producido países centralistas, con capitales acromegálicas que devoran fácilmente al resto (Santiago, en Chile; Buenos Aires, en Argentina; el Distrito Federal, en México). Está la de un país a otro del continente: los centroamericanos que se trasladan a México; los peruanos que buscan mejores horizontes en Chile; los bolivianos que se instalan en Argentina. Y está, por supuesto, la emigración a España y a Estados Unidos.

Durante mucho tiempo los analistas vieron esta emigración como algo negativo para el continente. Se habló de la "fuga de cerebros": ingenieros, intelectuales, académicos. Pero también emigra la mano de obra cualificada (plomeros, albañiles, electricistas) y gente sin trabajo dispuesta, simplemente, a buscarse la vida en otra parte. En los últimos años, los políticos y los economistas comenzaron a encontrarle algo positivo a esta emigración: las remesas enviadas de España y Estados Unidos al continente son la principal fuente de divisas en algunos países, sostienen economías familiares y apoyan la estabilidad macroeconómica.

Lo positivo va más allá de la cuestión económica. Hay que entender a los latinoamericanos de hoy como seres con una identidad fluida, gente que ha hecho de la incertidumbre ante el mañana una parte esencial de su ser. Los que se han ido nunca se han ido del todo: a través de las remesas, de la forma en que han logrado que su cultura eche raíces en territorios extraños, de un aporte artístico, intelectual y científico que no cesa, han seguido construyendo la grandeza del continente. Que el lenguaje español haya logrado establecerse en el gran imperio de Estados Unidos debe verse como un triunfo. Que haya grandes deportistas, escritores y científicos viviendo fuera del continente contribuye a la autoimagen de una América Latina acostumbrada a frustraciones y derrotismos.

Muchos latinoamericanos que viven lejos se han establecido en otros países y defienden otras banderas; otros continúan con un pie en su nuevo país y otro en el que dejaron, incapaces de afincarse definitivamente o de regresar de una vez por todas al lugar que añoran. Lo suyo es una utopía: vivir dos vidas a la vez, estar allá y aquí al mismo tiempo. Esa inestabilidad quizá no sea buena para el día a día, pero lo es para la creatividad: se necesita rapidez mental e imaginación para sobrevivir a los desafíos de la distancia sin abandonar los sueños del regreso. Algunos logran separar lo que hacen en compartimientos estancos: el nuevo país es el lugar donde se trabaja, el de origen es el territorio de los afectos. Otros encuentran la argamasa mágica que les permite conciliar esas varias vidas.

Es larga la lista de los que han nacido en América Latina y les ha ido muy bien en otra parte: Alma Guillermoprieto, Alejandro Amenábar, Diego Maradona, Junot Díaz, Salma Hayek, Daniel Barenboim... A los que se les mete el gusano de la culpa por haber partido hay que decirles que al hacerlo han ayudado a reinventar el continente; han enseñado que la adscripción geográfica es sólo una manera de ser latinoamericano. La emigración es dolor, soledad, nostalgia y mucho trabajo; también es júbilo, reinvención, deseo de futuro y flexibilidad. Así llegamos a los doscientos años: añorando nuestra tierra, pero sin dejar de celebrarla en cada gesto.

Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, Bolivia, 1967). Los vivos y los muertos. Alfaguara. Madrid, 2009. 206 páginas. 15,50 euros.